Si tu hijo o hija empieza este septiembre en el aula de 3 años y aún sigue llevando el pañal, esta guía completa sobre cómo quitar el pañal, te va a ayudar en este proceso de retirada y del control de las esfínteres.

Los primeros pasos para quitar el pañal, condiciona el desarrollo de la personalidad en tu hijo e hija . Y tu acompañamiento e intervención puede ayudarle a que lo logre con satisfacción y eficacia o puede que, con toda la buena intención del mundo, acabe siendo un tema de conflictos y problemas que afecte a su persona y a vuestra relación.

¿Le quito ya el pañal?

Muchas familias me hacen la misma pregunta ¿Le quito ya el pañal? Yo soy más partidaria de esperar y hacer las preparaciones previas, que empezar casi con la retirada del pañal. Es un logro importante que requiere muchos aprendizajes previos y la perspectiva de tu hijo e hija y la tuya, puede que estén alejadas.

Desde mi punto de vista, para poder quitar el pañal con seguridad, es necesario cumplir con unos requisitos mínimos.

  • Que haya hecho pis y cacas en el baño.
  • Que no tenga resistencias a probar y su relación con el váter y todo lo que conlleva. Se puede decir que tu hijo o hija está en una situación de amistad agradable.
  • Que esté conectado con sus sensaciones y avise de cuando ha hecho pis y cacas.
  • Que cuando tenga cacas en el pañal le molesten o te lo comunique.
  • Que tenga más períodos de tiempo el pañal seco que mojado.
  • Si por lo que sea, estás teniendo una temporada revuelta emocionalmente, por ejemplo, traslado de vivienda, o atención de cuidados de otro adulto por lo que fuere, yo te propongo que la retirada del pañal, la hagas cuando estés en condiciones emocionales adecuadas. Y mientras tanto, puedes utilizar el pañal como si fuera una braga o calzoncillo.  El reto será estar seco entre evacuaciones en el váter. Un hacer como si ya no tuviera pañal. No es tan efectivo, pero son pasitos a caminar y prepararse para su logro de quitarse el pañal para siempre.

Cuándo es el mejor momento para  poder quitar el pañal

Lo más importante es respetar el ritmo personal e individual de tu hijo que tiene establecido en su patrón genético y madurativo. El momento para conseguir el control de esfínteres, lo marca tu propio hijo o hija. Por lo tanto, no lo establece el adulto ni mucho menos, un calendario fijo ni concreto. Por lo tanto, ni el adulto sin observar con detenimiento el proceso y sin crear las condiciones adecuadas, ni el calendario, no tienen la potestad ni el poder de saber que todos los niños y niñas en setiembre del año que cumplen 3 años, estarán preparados para el control de esfínteres.

No hay calendario en el mundo que justifique ese: “setiembre con tres años, fuera el pañal”. Ni incluso por una normativa del centro educativo. Se que aquí, desde el centro os podéis encontrar con varias opciones, que dificultan o facilitan este comienzo. Me consta que todavía hay centros que tienen por normativa: todos los niños y niñas en el aula de 3 años, deben de comenzar sin pañal. Así que prohíben directa o indirectamente el comienzo con pañal.

Si tu situación personal es que tu hijo o hija comienza este setiembre en el centro con esta normativa de SIN pañal, no dudes en escribirme. Estaré gustosamente de ayudarte para contactar con el centro y ofrecerles la justificación educativa para contrastar esa normativa. Tranquila, ni voy en son de guerra, ni diría tu nombre. Quiero escucharles para comprender mejor el porqué lo hacen y quiero que me escuchen poniendo voz a las necesidades de tu hijo e hija.

Si el logro se alcanza de forma natural y respetuosa, la conexión entre vosotros estará garantizada. Y será más sencillo que tu hijo o hija, logre cubrir su necesidad de crecer desde la confianza y seguridad. Si en cambio, comienza a hacerse una y otra vez cacas o pis encima, pueden surgir problemas añadidos que pueden afectar a su seguridad emocional y a vuestra relación. El adulto acompaña y crea las condiciones adecuadas para ello. Y tu hijo e hija elige su momento.

 

Tips para quitar el pañal

  • Se puede elegir un orinal  de formas, de bonito de colores y que llame la atención de tu hijo para que se familiarice poco a poco..
  • Ponerle ropa cómoda que pueda quitarse y ponerse con facilidad.
  • Es importante la participación de tu hijo en la retirada del pañal. Además de que puede secarse y limpiarse con el papel higiénico, si se le escapa el pis, es muy interesante que se vaya quitando la ropa mojada y la eche a lavar. Y por supuesto, participe también en el vestir. Además de fomentar la autonomía, esos minutos de quita y pon de ropa.
  • Si tu hijo en un momento dado tiene fugas. Te propongo recurrir a la técnica de hablar con el pis, como persona ajena. “Oye, perdona, pis. ¿Sabes que aquí no está el baño?” Y si le añades a tu hijo o hija como protagonista de esta conversación, le ayudará un montón a coger su poder con responsabilidad. Por ejemplo con un: “Ya te va a enseñar, le dices el nombre de tu hijo o hija, dónde es tu nuevo lugar para hacer pis y cacas”. “Voy a estar muy atento para que no salgas sin mi permiso. Yo te llevaré al váter”.
  • Háblale primero al pis, para decirle que es importante que haga caso a su dueño (el nombre de tu hijo o hija) y posteriormente, le sigues dando la responsabilidad para que sea él o ella la encargada de estar atento o atenta.
  • Es importante que este reto de la retirada del pañal la compartas con ilusión y confianza a tu hijo e hija. Y una forma muy interesante es hacerlo a modo de juego. “¿Jugamos a echar el pis en el váter? ¿Jugamos a pillarle al pis justo antes de querer salir?”.
  • Cuando vayas al baño, deja que te mire y así podrá ir imitándote.
  • No le insistas. Haz que no sea forzado y surja de forma natural poco a poco.
  • Lo más importante en la retirada del pañal es la calma. Las fugas suelen ser muy habitual. Pero como la conexión consigo mismo en estos entrenamientos previos habrá avanzado mucho, con estar un poco atenta para seguir acompañando a prevenir sin agobiar, serán suficientes.
  • Por favor, nada de adjetivos, ni expresiones que no ayuda y dañan como, “otra vez…” “¡Me has dicho que no querías ir al baño y mira lo que ha pasado!” Y similares. Permitir el error es importante. Decirle la conducta deseada no tiene por que ser desde la dureza, ni desde la descalificación, ni desde tu enfado profundo.
  • Mensajes claros, breves, con amor y firmeza, os ayudarán a entenderos y a establecer límites a situaciones que se pueden prevenir.
    Sobre todo, no quiero que reacciones ni que implotes. Es decir, ni que le hables como un volcán salpicando lava, por reacción automática, ni por contenerte tanto por dentro aparentando que tenías paciencia, pero ibas acumulando tensión, que acabas explotando. Así que hablar desde lo que sientes tu sin buscar culpables, describiendo lo que ves sin adjetivos, ni juicios ni similares, es una forma muy favorable de sacar tu enfado sin herir.
  • Si ya decides que es el momento de retirada del pañal. Yo hago una especie de fiesta de despedida del pañal, con su música y todo, para agradecerle todo lo que le ha ayudado a ir seco y limpio por la vida. Y después del agradecimiento, el cierre: “Gracias, ya no me haces falta pañal. Que puedas ayudar a lo niños y niñas que son más pequeños y te necesitan. Adiós pañal.” Es un micro duelo y una preparación mental a otra etapa de más adulto de forma progresiva. Hay niños y niñas que tienen miedo a crecer y hacer esta transición rápida, les bloquea.

Educación respetuosa

 

¿Y cuándo quito el pañal de la noche?

Eso lo veréis según el estado del pañal al levantarse. Recoger información en los preparativos previos, hará que este momento lo tengas claro. Insisto, si la preparación la realizas a conciencia, llega hasta el control nocturno al mismo tiempo que el diurno. Eso sí, manteniendo el ritual de hacer pis antes de ir a dormir.

¿Cuándo es el momento adecuado para comenzar la preparación del control de esfínteres y la retirada del pañal?

  • Observarás que el pañal está en muchos espacios de tiempo seco y de repente, estará muy lleno. Dos contrastes que indican que los momentos de pis son más concentrados. Es un indicador que comienza a controlar, aunque sea de forma inconsciente.
  • Es importante verbalizar cómo ves el pañal, sobre todo si está seco. También cuando observas que está haciendo cacas, nombradlo: “Veo que estas haciendo cacas”. Con tu acompañamiento le ayudas a aumentar la consciencia y su propia conexión con los esfínteres y su efecto.
  • No hace falta preguntar cuando la respuesta ya la sabes. Recuerda, de lo que se trata es que vaya conectando consigo mismo para conocerse mejor. Observar cómo está el pañal y nombrar o verbalizar sobre todo cuando está haciendo cacas o pis y el estado del pañal.
  • Siempre será cuidando las condiciones también mencionadas:
    • Respetar el ritmo individual y personal de tu hijo o hija, que repito, no lo marca una fecha concreta del calendario, como puede ser un setiembre, ni solo tu decisión como adulto.
    • Tu forma de acompañarle y prepararle.

Acciones previas para conseguir el control de esfínteres y poder quitar el pañal

1.- Contacto directo o indirecto con el váter y esfínter.

1.1.-Ponte en su lugar y mira el váter con ojos de niño. Imagínate sentarte en un agujero, muy grande para ti, echar algo tuyo y que se lo lleve una gran corriente de agua por un lugar que ni sabes lo que es ni a donde va.

No sé a ti, pero a mi me recuerda a esos sumideros que en algún pantano veía de pequeña. Bueno, por lo menos uno, el de Yesa. Yo recuerdo que mis padres me asomaban para verlo, como curiosa que he sido siempre y me impactaba cómo entraba el agua y se iba con gran fuerza. Así que lo primero es empatía y aportarle seguridad. Y para ello, los inicios es importante que sean muy suaves.

1.2.- Acercamiento directo al váter y comienzo de la relación con el esfínter.

¿Cómo llevar a la práctica este siguiente paso? Desde una invitación. ¿Quieres sentarte en el váter para ver si sale pis? Dependiendo cómo sea tu hijo o hija, más aventurero o más seguro, responderá un sí o un no.

SI RESPONDE UN “SI”, cuando esté sentado, puedes establecer una conversación amistosa con el mismo pis en forma de llamada. Por ejemplo, con tono agradable y sin nada de exigencia, “Piiiss, tienes el váter para hacer una cascadaaa…es un gran momento para salir.”. En estos primeros contactos ya directos con el váter, el tiempo debe ser muy corto. Te diría que casi casi es mejor que se quede con las ganas de más.

Dentro de este primer contacto, hay dos asuntos importantes: la relación con el medio, (váter) y la relación con su propio pis. Como toda relación, también tiene sus fases. Ahora es un comienzo de “amistad”, una “relación de nuevos compañeros” de tu hijo e hija con el pis. En la fase final, será importante que esta forma de relación, se transforme.

Si no sale pis, se cierra con “otro día saldrá”.
Si sale pis, es un gran indicativo de su maduración.

Y aquí, si ha salido pis, tu alegría será incontrolable y bonita. A lo que te invito que siga siendo graduada y no se cree una mega fiesta desproporcionada de celebración artificial, que descentre de su momento. Es decir, “Te voy a comprar….porque has hecho pis”. Hasta el “muy bien” ya sabes que lo evitaría, como me escuchaste en el artículo que hablaba sobre ello. Aquí lo tienes también y te invito a leerlo.

Así que esta gran alegría que siga siendo alegre para todos. Y para ello, te invito a expresarte con naturalidad e ilusión valorando esta gran acción con un: “¡¡Guau!! ¡¡Lo has conseguido!!” “¡¡Le has dejado salir al pis!!” “¡Has podido relajar tu músculo para abrirle la puerta al pis!”.

Y ese gran logro, con compartirlo con las personas importantes para tu hijo o hija, ya será su mejor “regalo”: El reconocimiento y valoración de su logro.

Por ejemplo, si estaba ese momento con su padre y la madre está en una habitación, puedes invitarle a contarle: “¿Quieres que le contemos a mamá lo que acabas de conseguir?”. Y se habla del hecho en sí, no de su valoración subjetiva del muy bien y similares.

SI RESPONDE UN “NO”, sigue siendo un avance por dos motivos: Se sienta respetado. Va aumentando su propia confianza al ponerle en situación desde tu acompañamiento. Le puedes añadir una frase potente y fortalecedora como esta: “cuando estés preparado conseguirás sentarte y hacer pis”. Puedes terminar con la naturalidad de “otro día”.

Con este mini paso y sintiendo tu respeto, irá preparándose aunque sea mentalmente. Así un tiempo. Puede que llegue un día, a las semanas, que diga que sí. O puede que ese paso, le suponga mucha tensión. Si es así, paciencia y paciencia. Con mucha calma, comprobarás que se vaya relajando ante la pregunta e invitación a sentarse.

Cuando así lo ha hecho, puedes crear otro tipo de invitación más directa y con mucho cuidado. Me refiero a cambiar la pregunta con la acción con un ambiente muy confiado. Sabrás si necesita esta acción más directa, si compruebas que se ha acomodado a la respuesta “No“, como respuesta rápida.

Según el carácter de tu hijo o hija, puede que los cambios le supongan mucha resistencia y mucho miedo. Si es así, después de darles su tiempo, de que se sientan respetados y notes esta cercanía, yo te invito a no preguntar y contarle: “Nos sentamos un poquito para ver si sale el pis…”. Eso sí, con la misma ropa puesta. Es un “ti-tá”. Unos segundos.

Notarás como llega un día que esté más relajado o relajada ante esta acción y te saldrá invitarle a bajar su muda para probar. Hasta puede que por sí mismo o misma lo haga con naturalidad.

2.- Micro duelos con cacas

Todo este proceso están relacionados también con micro duelos: despedida de su pañal, despedida de su etapa de desarrollo anterior. El control de esfínteres, le coloca en una posición de desarrollo muy diferente. Ya deja de ser “tan” bebé, socialmente hablando. ¿Te pasa a ti también? Posiblemente ante tus ojos de adulto, ver un niño o niña con o sin pañal, te marque una diferencia.

Normalmente le fascine hacerse más mayor y todo el proceso lo vaya haciendo paulatinamente. O puede pasar también, que este proceso se vaya mezclando con miedos y angustias sutiles al verse con más retos. El ir haciéndose más mayor, significa más responsabilidades, más autonomía, más esfuerzos, etc. Y puede ocurrirle que tenga un sentimiento mezclado de querer y no poder.

Si está ahí, necesita mucho sostén emocional de ti con este acompañamiento cercano que mezcle la ayuda y autonomía. Es decir, que no le sobre-proteja y le veas como que no puede y ya te lo hago yo. Ni tampoco como la autonomía sin prepararle pidiéndole algo que se sienta muy alejado a sus posibilidades. Es un gran momento de utilizar una técnica: andamiaje progresivo, que si la quieres, me escribes y te la cuento.

Una forma de poner en práctica este micro duelo, es echar las cacas que ha hecho en el pañal, por el váter. Normalmente sobre esta edad de 3 o casi 3 años, sus heces son más consistentes. Para ello, cuando le cambies el pañal porque ha hecho cacas, estableces una conversación con las mismas. Algo así como: “Bueno, cacas. Os voy a mostrar dónde iréis otro día, cuando (el nombre de tu hijo o hija) esté preparado”.

Después, con tu hijo o hija presente, se hace la despedida con tirar de la cadena: “¡¡¡Adiós cacas….buen viaje!!!”. Los nombres similares de chorizo, tronco, bola, etc. Puede ayudarle también a distender el asunto.

3.- Mensajes preparatorios para retirar el pañal. Frases que le empoderan a tu hijo.

  • “Otro día te saldrá pis”.
  • “Hoy no sale. Otro día”.
  • “Cuando estés preparado conseguirás sentarte y hacer pis”
  • “Poco a poco te estás preparando para decirle adiós al pañal y conseguir hacer el pis y cacas en el váter”
  • O conversación con el mismo pañal diciéndole: “Cuando esté preparado (nombre de tu hijo o hija) no te hará falta. Gracias por ayudarle…”

Sé que se te hará igual raro hablar con el pañal, con el pis, o con las cacas, etc. Pero para tu hijo e hija es importante crear estas relaciones mediante el diálogo para favorecer este proceso. Además, el pensamiento en esta edad es animismo y para ellos todo, tiene vida, incluso una silla, u otro tipo de mueble.

Puedes parecer ante otro adulto que se te ha ido un poco la cabeza, o para ti incluso cuando te escuches hablar con algo inerte, pero para tu hijo e hija tendrá mucho sentido.

Has comenzado con un acompañamiento para aumentar el contacto directo e indirecto con el váter y esfínter, a seguir avanzando su desarrollo con el logro de su micro-duelo. Todo ello, desde también mensajes preparatorios que ayudarán a tu hijo e hija a seguir empoderándose.

Recuerda, lo importante es ir aumentando la confianza desde tu acompañamiento, empatía, desde tu propia confianza que lo logrará y desde la cercanía de cada micro gran paso relacionado con el control de esfínteres. Todo pequeño paso previo, es un trampolín y un gran paso.

 

Educar a los niños y niñas de educación infantil para conseguir un control de esfínteres con éxito y quitar el pañal

Seguro que habrás oído muchas veces el verano como momento para quitar e pañal. Y sí, puede que el verano coincida en el momento ideal para tu hijo e hija o puede que no.

Y ¿para qué realmente es interesante que tu hijo e hija esté momentos sin pañal? Para vivenciar, experimentar sensaciones directas con el esfínter.
Con estos pañales tan modernos, súper absorbentes, es difícil que puedan vivenciar y sentir cuando están mojados.

Con las cacas es diferente. Y por cierto, será una pista muy grande si tu hijo o hija está incómodo cuando tiene cacas en el pañal y te dice para cambiarle. Este es un indicativo muy positivo que verifica que está preparándose para su logro. Si no te dice, le verbalizas cuando así le veas: “veo que tienes cacas en el pañal” o “veo que estás haciendo cacas”.

Recuerda tirar la cacas del pañal por el váter con tu hijo e hija. Es comenzar con un ritual y duelo como te contaba en los artículos anteriores. Es deshacerse de algo que ha hecho, que es suyo y por la etapa de desarrollo en la que se encuentran, a veces les cuesta más desprenderse de sus cosas. Lo notarás con la dificultad en el compartir juguetes. Pues con este tema también tiene su símil.

Si le ves haciendo cacas, le puedes invitar a hacerlas en el váter. Es muy probable que respondan con un “no”, pero ya al decirles, favoreces la conexión de hacer cacas y la posibilidad de ir al baño, se van estableciendo como una gran base de aprendizaje.

Si ya está en el momento de sentarse en el váter, proponle en esos momentos que suele hacer cacas. Hay niños y niñas que son como un reloj y tienen momentos más propicios para hacerlas, ya sea a las mañanas, o tardes, etc. Si accede ahí a sentarse, es muy probable que llegue a hacer cacas.

Y aquí, en los momentos de sentarse en el váter para hacer pis o cacas, quería incidir en dos asuntos: las posturas y las distracciones. También me voy a centrar desde las heces, por su peculiaridad.

Hay posturas que favorecen que el reflejo gasto-cólico se estimule y favorezca el momento de querer hacer cacas. Por ejemplo, al estilo váter turco, que tienen un agujero en el suelo y estás con las piernas en cuclillas. Así que, aprovechar la calle para cogerles las piernas en un agachado en el aire o de cuclillas de forma autónoma, es lo mejor. Claro que si es verano y si está sin o poca ropa, facilita mucho este paso.

También el váter adulto incluso sin adaptador, hace este efecto. Pero para ello, es mejor que tu hijo e hija se sientan seguros en este medio. Tu presencia y compañía en este momento, es fundamental para alimentar su seguridad.

Con el adaptador, reductor de váter y una sillita para hacerlo por sí mismos, también es muy interesante. Yo no soy muy amiga de los extras, orinales y similares. Pero eso a gustos personales.

El otro tema que quería comentarte son las distracciones cuando están sentados en el váter. Me refiero a hacer un momento de juego con muñecos o similares. Se trata de conectar con tus sensaciones del esfínter, provocar el vaciado de la vejiga o intestino. Esta conexión favorecerá el aprendizaje que hay detrás, relajar o contraer músculos. Es muy diferente la acción que necesita aprender estimular en los músculos, ya que para orinar, necesita relajar y para defecar, necesita estimularlo. Y esto requiere de su aprendizaje con conexión con uno mismo para ponerle más intención.

Si está sentado o sentada jugando, es más difícil llegar a todo este aprendizaje. Es mejor estar un poco, concentrado en lo que se está y si no sale, se acaba el ritual. Poco rato y más veces sin saturar.

Y si por lo que sea está con su muñeco, hacerlo partícipe de la situación con un: “mira spiderman, voy a hacer fuerza para ver si salen cacas. O voy a relajar la vejiga para que me salga el pis como a ti” etc. “Estoy aprendiendo a hacer cacas y pis en el baño” “Algún día sé que lo voy a conseguir”, etc.

Favorecer la CONEXIÓN, CONEXIÓN Y CONEXIÓN sin distracción, por favor.

Después de estas pruebas de váter, sobre todo si ha hecho pis, le pregunto después ¿te pongo el pañal? O ¿quieres estar un ratito sin él? Así, provocas estar ratos sin pañal para seguir con este aprendizaje de asociación. Pis, me mojo.

Como te decía, el tema de la defecación es muy particular. Y cada niño y niña lo lleva diferente. Yo soy partidaria que antes de quitar un pañal, se haya estrenado en el hacer cacas en el váter. Y para ello, este trabajo previo es muy importante para familiarizarse y evitar después regresiones, como estreñimientos.

Y ya el último punto que quería hablarte del cierre del sentado en el váter: el limpiado autónomo con el papel higiénico. Sí, lo sé. No se van a limpiar bien al principio. Pero para conseguirlo, deben de practicar y practicar para afinar su aprendizaje desde tu acompañamiento para que lo hagan con efectividad y responsabilidad.

Hay un montón de aspectos interesantes a aprender: la cantidad de papel que necesitas, la verificación de si está o no limpio el culete, “hasta que salga el papel blanco”. Estos son aprendizajes muy importantes que no debemos de saltar.

El primer paso para la autonomía es la misma acción y participación. Favorecerla es importante. Es un gesto muy habitual que observo en el aula, que esperan pasiva y a veces demasiado pacientes, a que venga alguien a que les limpien.

Lo que te propongo es que favorezcas su responsabilidad con esta acción: coger papel, y hacer el gesto de limpiar. Luego como adulto, le repasas y le terminas. Progresivamente, tus acciones y participación irán disminuyendo y las acciones y participación de tu hijo e hija deberán de ir aumentando. También la efectividad de la misma. Cada vez se limpiarán mejor.

Y ya para terminar, el lavar las manos después del baño. Yo lo incluyo como algo importante por higiene y por este momento inicial de aprendizaje, que es muy probable que acaben las manos más sucias que lo habitual.

 

¡¡Bueno!! Tanto hablar de cacas, pis.. me recuerda a la temática de diversión que utiliza todo niño y niña: “caca, culo, pedo, pis” y se parten de risa. Ojalá que estos temas los sigan relacionando con diversión y no frustración que afecte a su autoestima y a la relación con los demás.
¡Ánimo con este precioso acompañamiento y disfruta al ver cómo tu hijo e hija van creciendo y desplegando sus alas para volar!.

  • Porque esta es mi misión con este artículo para quiatr los pañales:
    Ponerles voz a los niños y niñas para que les entendamos cuales son sus necesidades vitales y fundamentales a cubrir,
  • Crear las condiciones adecuadas desde el adulto, principalmente tú, padre y madre, puedas realizar para que así lo permitas,
  • Y construir su persona desde el bienestar del niño y de toda la familia.
  • Y el momento y la forma en cómo se haga este proceso, condicionará el logro o no del control de esfínteres.

 

Educación respetuosa

 

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