Bueno, bueno. Esto de estar de vacaciones sienta fenomenal ¿No? 

Yo así me las he tomado. Para parar, recuperar fuerzas, observar, observarme y un largo etcétera. 

Y por defecto de profesión, aunque esté de vacaciones, mi radar observador de niños y niñas con sus familias, siempre lo tengo activo. 

Quería compartir una brillante escena de una familia a la que yo sé que ahora es la que estoy construyendo con mi hijo y mi hija. 

Unas vacaciones en familia con los hijos e hijas ya mayores. 

Realmente no sé si mi hijo o mi hija decidirán o no hacer viajes con nosotros cuando sean mayores. No es tanto mi objetivo o ilusión principal. Lo que sí es mi objetivo es que si vienen, no será de cualquier manera. Quiero que lo hagan con ganas e ilusión, como lo que observé en esa familia que te mencionaba. 

Y al decir de cualquier manera, me refiero a que no quiero estar con mi hijo e hija enfadados constantemente sin saber cómo solucionar los conflictos, con el ceño fruncido, diciendo que no a esto o lo otro, y escuchando que vaya “piiiii” son estas vacaciones, que mejor me hubiera quedado en casa y una retahíla que un adolescente puede llegar a decir cuando no está a gusto y los padres no saber cómo dar respuesta a esa necesidad que te muestra. 

No. No quiero eso. Quiero estar a gusto con y sin mi hijo e hija de vacaciones y quiero que ellos también sigan estando a gusto con o sin la familia. Por ello,

Hoy, me ocupo de cultivar las semillas necesarias para que florezcan desde una armonía familiar y puedan  dar lugar a la brillante escena que tanto me maravilló observar.

Estoy estoy totalmente convencida de que sí se puede con crianza positiva, técnicas de resolución de conflictos, trabajando la autoestima con los hijos e hijas, la comunicación efectiva etc. Ahora es el momento.

 

Esta familia de vacaciones, estaba compuesta con tres hijos, uno de unos 20 años, otro de 18 aproximadamente y la pequeña de unos 16 años. Y no digo que todo fuera la alegría y la paz constante sin ningún tipo de conflicto,  porque eso tampoco es del todo saludable. Tenían sus diferencias y sus momentos. Pero lo que marcaba la diferencia es en el cómo  resolvían sus conflictos. Hablaban, cada uno se expresaba sin dañar al otro, se escuchaban y buscaban soluciones. 

Y sé que esta dinámica la tenían más que trabajada desde la infancia. Lo sé. Porque tenían un gran nivel con mucha fluidez y naturalidad.
 

Y eso es lo que quiero que tu también lo consigas, indiferentemente de si tus hijos o hijas mayores van de vacaciones o no. Quiero que tus hijos e hijas deseen pasar bonitos ratos contigo, padre y madre. Que, como esa familia, tengan momentos como los que veía después de cenar, de juegos de cartas, de sobremesas distendidas, de risas y carcajadas, de expresión, conexión y escucha, y todas sus variables que reflejen el bienestar y brillo de ilusión y alegría en cada persona de la familia. 

Así que gracias familia anónima de vacaciones, por seguir dándome fuerzas y  recuperar la energía que hace falta para cultivar diariamente con mi familia.

Gracias familia anónima, por ofrecerme ese revulsivo para  seguir compartiendo todo lo que tantos niños y niñas en mis más de 20 años de experiencia, me han enseñado y he aprendido lo que hace germinar esas grandes semillas del bienestar de todos los miembros de la familia.

Gracias familia anónima por ayudarme a salir de los momentos de vacación-pereza que estaba viviendo para volver a publicar artículos.

Millones de gracias, familia anónima

Estoy segura de que cuando esos hijos fueron pequeños, esos padres  que como tú, se formaron  con tu inquietud y ganas de hacer lo mejor posible,  habrían priorizado sus tiempos , los habrían dedicado a leer artículos, a hacer formación, escuchar charlas y demás contenidos de valor como lo estás haciendo tú hoy. 

Seguramente le habrían dado el valor que merece la etapa de la infancia como el gran momento de generar las condiciones de esas semillas para que germinen y crezcan. 

Así que, quiero que sepas que estoy para ayudarte en lo que necesites. Tu hijo e hija te necesita, y nos necesitamos entre todos para dar lo mejor que tenemos. 

¿Quieres convertirte en una de esas familias? ¿Qué es lo que más te impide estar a gusto con tus hijos e hijas?  

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