Es muy importante educar en igualdad. En todos estos años de trabajo con diversas familias, nunca he escuchado a ninguna que quiera discriminar a su hija respecto a los varones, ni tampoco que quiera que su hijo se eduque en una masculinidad desproporcionada que lo lleve a la infelicidad, al riesgo innecesario o a la violencia.

Cada padre y madre desea para su hijo y su hija que pueda desplegar todo su potencial de desarrollo. Y para ello, educar en igualdad de género cuidando las condiciones socio ambientales, serán fundamentales. Y un momento idóneo para poner mucha atención son en los primeros años de vida para educar en igualdad.

Qué es educar en igualdad

Educar en igualdad infantil es acompañar para que cada persona pueda desarrollar las competencias que le permitan elegir su propio proyecto vital, su propio camino, desde la libertad y diversidad de opciones, sin condicionantes de género.

Y para seguir educando en igualdad es necesario aprender a identificar las desigualdades, a actuar sobre ellas y a ejercer el derecho de la igualdad en el ámbito de la vida, ya sea de la cultura, religión y/o clase social. Por ello, es importante fomentar el desarrollo del sentido crítico y también la puesta en práctica al poner los límites de autocuidado ante los demás.

 

Educar en igualdad de género

Coeducación es la palabra que describe la forma de educar en igualdad de género. Consiste en una alternativa positiva que proporciona igualdad de oportunidades para todas las personas, con la finalidad de construir roles objetivos y reales de niños y niñas como hechos biológicos.

Por lo tanto, rechaza todo tipo de estereotipo de género. Y para ello es fundamental que los adultos, activemos una atención plena en nuestras creencias, formas de pensar, hablar y actuar y encontrar la coherencia a los valores de respeto, tolerancia e igualdad que queremos para todas las personas, independientemente si son niñas o niños, todos.

Los niños y niñas aprenden pautas de conducta de forma directa o indirecta, observando e imitando lo que ven, de lo que escuchan, de lo que valoran sus amigas y amigos. Y, además, los refuerzos del adulto que de ello también reciben. Así que seguimos con la importancia en revisar nuestras creencias para que no sean limitantes y las transformemos en creencias que potencien las posibilidades, para que podamos ofrecer modelos dignos de ser imitados para nuestros hijos e hijas.

Para educar en igualdad infantil, se requiere ayuda especialmente en los padres y madres, pero también de toda una sociedad, que muestra formas estereotipadas en medios de la comunicación en la educación. La coherencia y criterios claros, son aspectos fundamentales para encontrar una forma positiva de educar en igualdad de género.

 

Frases para educar en igualdad

Muchos mensajes muestran y dividen intereses y deseos de niñas y niños, y transmiten de manera categórica, lo que se supone que es para mujeres y lo que es para hombres. Es por ello que es fundamental también poner foco de atención en las formas de comunicación, e incorporar frases para educar en igualdad, para utilizar un lenguaje con mensajes que fomenten el derecho de educación en igualdad.

Algunas frases inspiradoras para educar en igualdad para tenerlas presente, pueden ser:

  • “No son los dos sexos inferiores o superiores el uno al otro. Son simplemente distintos”, Gregorio Marañón, médico e investigador.
  • “Una mujer sin un hombre es como un pez sin una bicicleta”, Gloria Steinem, escritora y periodista femenina. Esta frase que le costó muchas críticas, viene a decir, que una mujer no necesita a un hombre a su lado para ser feliz.
  • “La igualdad es como la gravedad, una necesidad”, Joss Whedon, director de cine.
  • “Cualquiera que sepa un poco de historia, sabe que el progreso sería imposible sin la figura femenina”, Karl Marx, filósofo.
  • “Ante Dios todos somos igualmente sabios e igualmente insensatos”, Albert Einstein, científico.
  • “Educar en la igualdad y el respeto es educar contra la violencia”, Berjamin Franklin, científico, político e inventor.
  • “Las diferencias nos enriquecen, el respeto nos une”, Joaquín Salvador, más conocido como Quino, escritor humorístico de Mafalda.
  • “Nos damos cuenta de la importancia de nuestras voces cuando somos silenciados”, Malala Yousafzai, activista por la educación de las niñas, galardonada por el Premio de la Paz en 2014.
  • “Son nuestras armas más poderosas. Un niño, un profesor, un libro y una pluma pueden cambiar el mundo. La educación es la única solución”, Malala Yousafzai, activista por la educación de las niñas, galardonada por el Premio de la Paz en 2014.
  • “Educar en igualdad es tarea de todos”, dicho popular, al cual me añado yo.

 

Actividades para educar en igualdad

Para poner en práctica actividades para educar en igualdad, es muy recomendable usar el ambiente lúdico, el juego para fomentar momentos divertidos, momentos de encuentro, de conversación y de escucha.

Algunos juegos y actividades pueden ser:

El juego de las tarjetas:

Puedes crear unas tarjetas cartulina de forma muy sencilla, cada una con una frase. Unas defenderán la igualdad y otras, la desigualdad. El objetivo es fomentar el diálogo y la educación crítica para encontrar los criterios coherentes a los valores de respeto, tolerancia e igualdad y romper las creencias limitantes que fomentan la desigualdad.

Algunos ejemplos de frases pueden ser: “los niños y las niñas somos iguales”, “los niños juegan mejor al fútbol que las niñas” o “los niños no saben coser”.

El juego del los cuentos al revés:

En cuentos tradicionales que normalmente se otorga un papel de sumisión de la mujer, jugamos a cambiar los roles de cada personaje. Así, las princesas pacientes a la espera de que venga su príncipe a salvarle, pasan a ser personas activas, luchadores, que buscan sus propias oportunidades.

También este juego puede ser, además de los cuentos, con canciones, dichos, poesías, adivinanzas que se pueden transformar los roles.

Juego de igualdad y corresponsabilidad:

Escribir en familia un listado de tareas cotidianas que hacen cada uno de la familia. Al lado de cada tarea, el nombre de quién la realiza. Y se contabiliza y se equilibra la lista en todos los miembros fomentando la corresponsabilidad con igualdad de condiciones para todos.

Juegos de deportes en igualdad:

Para trabajar en uno de los campos donde hay más diferenciación por sexos que es el deportivo, una gran propuesta puede ser la de crear un campeonato con equipos mixtos, donde todos tengan que participar de igual forma y tener una experiencia agradable compartida por todo el equipo.

Juego yo soy y puedo:

Crea unas tarjetas con imágenes de chicos y de chicas, a ser posible, de sus propias imágenes. Debajo de cada tarjeta, habrá una frase: “yo soy una niña y puedo…” o, en el caso del chico, “yo soy un niño y puedo…”. Se van nombrando acciones y los participantes pueden elegir qué persona lo puede hacer. Es un juego para hacerlo de vez en cuando porque descubrirán que la mayoría de las acciones, ambas tarjetas las pueden hacer: reír, estudiar, correr, cocinar, llorar, barrer, coser, tener bebés. Siguen siendo momentos muy interesantes para fomentar la comunicación y el desarrollo crítico de cada persona.

 

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