¿Quién no necesita un orden para estar a gusto en su hogar? 

Sí, estoy de acuerdo que los niveles del orden son muy diferentes para una y otra persona. 

Puede que tu orden sea más estricto que el de tu pareja. Y muy probablemente más que el nivel que considera tu hijo o hija. 

Sin entrar en los distintos niveles que cada uno considera orden, lo que quiero reflejar es que cada uno necesita un cierto orden de una u otra medida. 

El orden del que quiero hablarte no es el de los objetos en tu casa. Ni de cómo hacer las recogidas de los juguetes. 

Es un orden invisible a los ojos, pero visible en la forma de relación y convivencia con tu hijo. 

En este artículo encontrarás la importancia del orden, los beneficios para tu hijo e hija y para ti, como mejora personal. 

Berth Hellinger repite muchas veces: “cada uno en su lugar para poder educar”. 

¿Desde dónde te relacionas con tu hijo? ¿Desde tu YO ADULTO? ¿O desde tu YO NIÑO? 

Desde tu YO NIÑO INTERNO, normalmente herido, te enredas en peleas con tu hijo. Desde aquí, tu hijo no se siente sostenido emocionalmente porque te colocas a su nivel. Dos niños discutiendo. 

Por lo tanto, no te puedes conectar con él, ni responder a sus necesidades, ni transmitir valores ni principios de vida fundamentales. 

Tu hijo realmente necesita de tu YO ADULTO. Será desde ahí cuando puedas: 

  • sostener emocionalmente a tu hijo, ya sea en la rabia, tristeza, etc. Además, el niño si se siente ese sostén, se siente más seguro y confiado. 
  • no tomártelo de manera personal. Por lo tanto, tampoco no te enredarás con los enfados de tu hijo. 
  • Podrás ofrecer un ingrediente fundamental ¿PARA? : amor incondicional. Ya sea a través de un abrazo, una mirada amorosa o un acompañamiento cercano. Será desde aquí cuando conectaréis y responderéis a sus verdaderas necesidades cuidando vuestra relación.

Para colocarte como adulto, necesitas seguir cuidándote como persona, desarrollando TU SER, de forma coherente y consciente con tu práctica diaria. 

¿Cuál es la mejor forma de desarrollarlo? 

Practicando y practicando, con atención, humildad y con ganas de sentirte mejor. Aprender de los errores con amor hacia una misma, con responsabilidad y compromiso para aprender qué puedes mejorar y cómo lo vas a hacer la próxima vez para sentirte y sentiros mejor. 

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