Halloween, con su ambiente tenebroso y sus historias de brujas, fantasmas y monstruos, puede resultar una festividad inquietante para muchos niños. Sin embargo, esta fecha, que se celebra con tanta expectación cada año, también puede ser una ocasión inmejorable para ayudar a nuestros hijos a gestionar y superar sus miedos, siempre con el apoyo y comprensión de la familia.

¿Por qué el miedo es importante?

Primero y principal, es esencial recordar que el miedo es una emoción natural y sana que todos experimentamos. 

Desde tiempos prehistóricos, el miedo ha sido vital para nuestra supervivencia, manteniéndonos alerta ante posibles peligros. En los niños, los miedos evolutivos varían según su edad y desarrollo. Estos miedos son normales y forman parte del proceso de crecimiento.

 

¿Qué no hacer si tu hijo tiene miedo a Halloween?

Ante la presencia del miedo, evita minimizar sus emociones con frases como «eres un miedica». Estas actitudes pueden hacer que el niño sienta vergüenza y rechazo. Además, es vital no exponerlos a bromas pesadas o información inapropiada, ya que esto puede incrementar sus miedos y ansiedades. 

Al mismo tiempo, evitar a toda costa cualquier elemento que lleve a Halloween, evitando el tema, cambiando de tema, despistando con otras cosas. Esta situación puede generar en tu hijo un mayor desamparo y desaliento, aunque tu intención sea de querer protegerlo. Atención con la sobreprotección. 

 

Gestionar el miedo durante Halloween

Si tu hijo manifiesta temor ante la llegada de Halloween, aquí tienes algunas propuestas con deseo de que te puedan servir:

  • Educación y Comunicación: Podéis hablar sobre el origen de Halloween y explícales por qué la gente se disfraza y celebra esta festividad. La comprensión reduce la incertidumbre y el miedo. 
  • Participación Gradual: Acompaña a tu hijo en actividades relacionadas con Halloween, adaptando la intensidad de estas según su comodidad. Es importante que haya un pequeño reto alcanzable para que tu hijo valore su propia conquista desde su capacidad. Por ejemplo, pueden comenzar decorando una calabaza en casa.
  • Herramientas para la Gestión Emocional: Si tu hijo es generalmente temeroso, Halloween puede ser una oportunidad para introducir estrategias que le ayuden a enfrentar sus miedos. Como señalaba en un artículo anterior sobre cómo superar los miedos infantiles, la escucha activa y el acompañamiento son esenciales. Permitir que el niño se exprese y se sienta comprendido, sin juzgarlo, es el primer paso para una sana gestión emocional.
  • Enfoque Positivo: Reconoce y nombra los logros de tu hijo, por pequeños que sean. Eso sí, te invito a que sean SIEMPRE de forma descriptiva, sin juicios ni valoraciones: por ejemplo, eliminando el “muy bien”. Tienes otro artículo para entenderlo aquí.  Si, por ejemplo, ha logrado mirar una película temática sin taparse los ojos, nombra ese avance.
  • Apoyo Incondicional: Siempre recuérdales que estás ahí para protegerlos y que juntos pueden enfrentar y superar cualquier miedo.

 

Miedos Comunes en la Infancia

Desde los primeros años de vida, los niños experimentan diversas emociones, incluido el miedo. Comprender los temores típicos en cada etapa del desarrollo puede ayudar a los padres a abordarlos de manera efectiva. A continuación, muestro algunos de los miedos más comunes según la edad:

  • Miedo a quedarse solos (alrededor de los 2 años): Durante esta etapa, es frecuente que los niños desarrollen el miedo a la separación. Al llegar a los 2 años, es posible que sienta inquietud al separarse de sus figuras de apego, en particular de sus padres. Es común observar que al niño le cuesta más distanciarse cuando, por ejemplo, un padre se va a trabajar. Este comportamiento es una parte natural del desarrollo y refleja el apego seguro del niño con sus cuidadores.
  • Miedos abstractos e imaginarios (entre los 2 y los 6 años): A medida que la imaginación de los niños florece, también lo hacen sus miedos. Durante este período, pueden empezar a temer a figuras imaginarias como monstruos, fantasmas o brujas. Estos miedos surgen del intento del niño de comprender el mundo que le rodea, pero aún no distinguen completamente entre la fantasía y la realidad. Adicionalmente, también pueden surgir temores hacia animales reales como perros o gatos, incluso si anteriormente no mostraban miedo hacia ellos.
  • Miedos relacionados con la realidad (entre los 7 y 12 años): A medida que crecen, los niños comienzan a comprender más sobre el mundo real. Esto también puede llevar a miedos más basados en la realidad, como preocupaciones sobre accidentes, robos o daños físicos. Además, durante esta etapa, es posible que los niños aumenten su temor ante situaciones sociales, como no ser capaces de relacionarse con otros o ser rechazados por sus compañeros.

Reconocer y entender estos miedos comunes es el primer paso para ayudar a los niños a gestionarlos. A través de la empatía, el apoyo y la comunicación, los padres y cuidadores pueden proporcionar un entorno seguro para que los niños expresen sus temores y aprendan a liderarlos. Esta conquista de liderarlos desde la seguridad, es lo que marca una gran diferencia en su autoestima y su persona, desde su poder interno desarrollado.  

«El valor no es la ausencia de miedo, sino el triunfo sobre él. El valiente no es quien no siente miedo, sino quien conquista ese miedo.”

Nelson Mandela. 

 

Conclusión.

Aunque Halloween puede ser una fuente de miedo para muchos niños, también ofrece una oportunidad única para las familias de abordar, gestionar y superar estos temores juntos. Con comunicación, comprensión y apoyo, esta festividad puede convertirse en una experiencia de aprendizaje y crecimiento para todos, indiferentemente la opinión que tengas sobre esta festividad, que ahí, no voy a entrar. 

 

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