Los mandalas son creaciones muy antiguas con registros ancestrales. Tiene muchos beneficios para la persona que lo hace o que lo pinta. En realidad es una meditación activa muy interesante para utilizarla con niños y adultos.
Vamos hablar de cómo un mandala para niños se puede convertir en un recurso muy interesante para poder alcanzar una conexión intensa con nuestro mundo interior, nuestras ideas y personalidad, formada a partir de la sociedad y el entorno. Por lo tanto, es un gran recurso de regulación emocional y de autoconocimiento que invito a experimentarlo en los hogares de cada casa para disfrutar de la paz y serenidad que al crearlos se genera.
¿Qué es una mandala?
La totalidad de la palabra mandala significa círculo o centro en una lengua clásica de la India, de origen sánscrito. Aunque esta palabra también está compuesta por dos partes y cada una tiene su respectivo significado. MANDA significa esencia y LA significa concreción. Si unidos las dos partes, concluimos que la palabra MANDALA significa concreción de la esencia. Eso es lo que ocurre cuando creamos o coloreamos un mandala.
Se representa como un círculo inscrito dentro de una forma cuadrangular. A su vez, el mandala está constituido por un conjunto de figuras y formas geométricas concéntricas que representa las características más importantes del universo y de sus contenidos. Todas ellas, representa la unidad, la armonía y la infinitud del universo mediante el equilibrio de los elementos visuales.
Un mandala se puede hacer como algo artístico, como algo espiritual o como terapia artística. En la mayoría de los casos, el mandala no busca destacar por la presencia estética si no hallar la armonía entre obra y artista.
¿Cómo pintar un mandala con niños?
Buscando y encontrando un momento y lugar para hacerlo. Y algo que te ayudará es recordar para qué sirve como una oportunidad para crear este espacio sin prisa, en donde cada uno puede liberar la mente, poder centrarse y devolver a todos al momento del aquí y el ahora.
Te propongo unos pasos para poder conseguir pintar una mandala con un niño:
1.- La propuesta de la acción, mediante una invitación. “Voy a pintar un mandala. “¿Quieres pintar conmigo?”. Si es la primera vez, puede crear interés y puedes añadirlo como un momento mágico.
2.- Preparación previa del espacio. Es muy importante cuidarlo y si es con la participación con tu hijo, mejor. Porque así le ayuda a implicarse, prepararse para favorecer esta concentración y calma que se requiere.
Al principio puedes ser tu quien lo cree, alimentando su participación desde una ayuda compartida. “Voy a poner la música bajita en este lugar. ¿La escuchas desde aquí?”.
Te animo a preparar velas, música relajante, luz cálida e iluminada. Mejor si es con luz solar.
Puede que sea la primera vez que lo hagas o puede que ya seas un aficionado aventajado en el arte de pintar mandalas o demás. Lo importante es seguir siempre una misma pauta, crearnos un hábito a la hora de emprender este maravilloso viaje hacia el interior.
3.- Elegir el material. Aquí hay dos elementos: material y otro, la elección del mandala.
Material de técnicas de pintura: rotulador, acuarela, pintura de palo, etc. Es importante tenerlos en buen estado para garantizar su calidad y su tinta adecuada. Puede ser un buen momento que mientras se pinta, se pueden aprovechar a seguir apartando los que no pinten bien, aunque siempre es mejor que estén en las mejores condiciones posibles.
Hay unas pinturas de palo, lápices de colores concretamente, de acuarela muy interesantes. Se pueden obtener unas tonalidades de color en seco como un lápiz normal o humedeciéndolo con un poco de agua. El resultado con agua hace un efecto muy interesante de acuarela.
Aunque la técnica de acuarela es sencilla de aplicar, es mejor tener un conocimiento previo con la misma antes de aplicarla en un mandala. Si ya la conocéis, y para que el papel no se rompa, es importante hacerlo con una hoja de alto gramaje. Para que tengas una referencia, gramaje de las hojas habituales están entre 70 y 90 gr.
Elección del mandala: Es importante dejarse llevar por la intuición y elegir uno que atraiga la atención.
4.- Casi en acción. Recordatorio de formas necesarias de estar. Silencio o hablar suave. Todo el material lo tenemos a mano.
Tener en cuenta que como tu hijo le resulta más difícil de modular su voz, puede que levante algo más el volumen. Pero la esencia de la calma la recogerá dando respuesta con tu suave tono de voz.
5.- Acción. No empezar un nuevo mandala hasta haber acabado con el anterior. Antes de comenzar, es muy interesante observar durante unos minutos el mandala en blanco y en silencio. Adapta este tiempo a la edad de tu hijo. A veces con sólo unos segundos en niños más pequeños, puede ser suficiente. Es una oportunidad para que nuestra mente se llene de colores y comience la magia de estos momentos.
El momento de colorear el mandala debe de ser una actividad completamente libre.
“Todo mandala coloreado es perfecto; cuando estamos pintándolo, estamos ya en el camino de la perfección”.
Cada color lo elige cada uno libre y este ambiente también estará libre de indicaciones cerradas de pintar una parte u otra, o de indicaciones de una u otra manera. Es muy interesante que elijamos el color desde nuestro sentir, olvidando el sentido de la estética. Así el resultado final será desde más subconsciente.
Es interesante escuchar la música dejándonos llevar así mejor por nuestra intuición y coloreando las formas según nuestro estado de ánimo.
Hay dos formas de pintar un mandala:
- De dentro del mandala hacia el exterior del mandala. Esta manera muestra cómo nos sentimos en ese momento.
- Del exterior del mandala hacia el centro. Esta forma ayuda a centrarte y a despejarte la mente.
Si te sirve mi experiencia como referencia, cuando lo hago con mis hijos, esta propuesta de la dirección la dejo libre y yo la observo.
Y primer objetivo: disfrutar del momento de colorear.
Puede que se acabe de pintar todo el mandala o no. Esto no será lo relevante porque dependerá de la edad de tu hijo y de si estos momentos son ya conocidos o iniciados. Es fundamental dar tiempo de forma progresiva para ir desarrollando las habilidades necesarias para seguir concentrándose en este proceso.
Comenzar con la relación de pintar un mandala con un momento agradable de conexión con uno mismo y con su familia y libertad, es ya un gran regalo para cada uno.
Beneficios de pintar mandalas en niños
El principal beneficio de colorear mandalas con niños es el de fomentar la concentración de la energía en un solo punto durante la meditación. El pintar mandalas tiene muchos beneficios, no sólo para tu hijo, sino también para ti adulto. Conecta con tu niño interno, que toda persona adulta lo tiene y por cierto, muchos de estos niños todavía están heridos por experiencias de la niñez. Así que es un gran momento para seguir sanando y hacer un gran equipo como padre y madre contigo mismo.
Al mismo tiempo, son grandes momentos de conexión con tu hijo, en un contexto libre de críticas y libre de sentirse juzgado. Momentos para alimentar tu presencia y disponibilidad desde esta actividad compartida.
Y más concretamente los beneficios para tu hijo son:
- Fomentan la atención y la concentración.
- Favorecen el desarrollo de la psicomotricidad fina de manos y dedos.
- Promueven el bienestar interior del niño, al centrarse en una actividad placentera como es el hecho de pintar. Un momento de dedicación de uno mismo hacia su cuidado.
- Favorecen su creatividad e imaginación.
- Relaja, reduce y alivia el estrés y la ansiedad.
- Ayudan a desarrollar la paciencia, la perseverancia y la constancia.
- Permiten que trabajemos conceptos geométricos: círculos, triángulos, cuadrados, estrellas, …
- Propician el aumento de la autoestima, al permitir que el niño cree algo propio y único. Estimulan su sentido esté y motiva a niños a cumplir retos.
Mandalas para imprimir para niños
Antes de seleccionar el mandala para imprimir, puedo guiarte en tu elección con estas indicaciones:
- Al principio, decantarse por las formas grandes.
- Si quieres aliviar el estrés o el cansancio, escoge las figuras pequeñas.
- Para elevar el ánimo elige formas circulares.
Aquí tienes unos links directos para poder descargar madalas y poder imprimirlos.
– 63 mandalas para seleccionar y pintar.
– Mandalas para todas las edades y sencillos.
– Mandalas fáciles, difíciles y para niños.
Libros de mandalas para niños
Hay libros preciosos en el mercado que puedes elegir. Algunos de ellos te mostraré aquí. Pero un libro único e irrepetible puede ser de mandalas creados por ti, por tu familia, con ayuda de una herramienta de dibujo técnico, el compás. Y añadiré una información muy curiosa sobre la misma.
Como ya sabrás, con el compás trazas las circunferencias estableciendo una distancia entre dos puntos en una hoja. Es una pieza formada por dos brazos metálicos unidos en un extremo por un eje o bisagra. Cada uno de los brazos metálicos tiene una función. Uno tiene una punta de acero para agarrar la herramienta al papel mientras que el otro brazo, gira alrededor de ella creando un círculo con la mina de grafito que tiene.
Lo curioso de esta herramienta y según personas profesionales sobre esta técnica, indican que el uso del compás, ayuda a canalizar y a armonizar la energía de la persona. Aseguran que el brazo con la punta de acero, representa la parte masculina de la persona. El otro brazo que tiene la mina de grafito, la parte femenina. Y el eje o bisagra que une ambos brazos, representa la parte espiritual de cada persona. Además, las medidas entre los círculos que se hagan con el compás, es muy recomendable que sean referencias del mismo cuerpo, como pueden ser las falanges de un dedo.
- Energía y fuerza a través de los Mandalas. Autor Marion y Werner Küstenmacher. Editorial Obelisco. Un libro para pintar nuevos ornamentos con seis milenios de antigüedad. Este libro nos encanta en mi familia. En cada mandala hay un título y dos textos meditativos que en la mayoría de casos pertenece al mismo ciclo cultural de la imagen. Y el otro texto detalla la designación, el lugar y la fecha donde se encontró el mandala.
- Mandala Libro de Colorear para Niños. Mandalas fáciles. De Topo Coloring Book. 25 mandalas para niños a partir de los 4 años.
- Mandalas de animales. Para niños a partir de los 6 años. Autor Le Petit Créafit.
- Mandalas de animales. Para niños a partir de los 10 años. Autor Le Petit Créafit.
- Libro gratis de mandalas. Puedes descargarlo aquí. En esta página también tienes mandalas individuales para imprimir.
Cuando pintes con tu hijo un mandala, sé libre, “libértate” de tu entorno, incluso mejor, olvídate por completo de lo que le rodea y llénate de energía y fuerza. Con deseo que así sea para tu hijo y para ti. Disfrutar juntos del gran momento y de los grandes beneficios de pintar mándalas con un niño.
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