Todo padre y madre en un principio, queremos que nuestros hijos sean autónomos y también queremos fomentar la autonomía en ellos. El desarrollo de la autonomía es prioritario en la educación de los niños. Si nuestros hijos fomentan la autonomía, serán capaces de realizar por sí mismos y sin la ayuda de los demás aquellas tareas que son propias de su edad.
Hábitos para fomentar la autonomía en nuestros hijos en el hogar
Actividades para impulsar la autonomía en los niños
Es importante que los niños hagan de manera independiente el mayor número de actividades que puedan realizar solos y no conlleven peligro en su día a día. Estas tareas se engloban en hábitos de autonomía que son fundamentales en su educación:
- Vestirse y desvestirse.
- Buenos hábitos en la Vida social y relaciones sociales.
- Actividades referidas a la Higiene y control de esfínteres.
- Comer, utilización de cubiertos y respetar las normas.
Consejos para fomentar la autonomía en los niños
Te quiero contar, cómo hacer de la autonomía algo a disfrutar y también las fuentes a alimentar en nuestros hijos. Comienzo por las fuentes a alimentar para entender mejor el concepto de autonomía.
“No es lo mismo ponerse sólo un abrigo, que ponérselo sólo cuando hace frío”.
Fuentes de autonomía en los niños
Esta frase del abrigo, refleja lo que quiero contarte sobre las fuentes de la autonomía. Está la autonomía mecánica que es más física. Es la que dices algo a tu hijo y él solo lo hace. Esta parte es necesaria, porque entrena la voluntad y la salida de la zona llamada “confort” hacia el desarrollo de la actitud de la acción. Así que sí, necesaria pero no suficiente, porque la autonomía real viene desde la capacidad de decisión por uno mismo con responsabilidad. Para ello, necesita de la otra fuente de autonomía.
Esta otra fuente de autonomía es el pensamiento independiente y crítico.
Estos ingredientes son los requisitos para llegar a una verdadera autonomía que ayuda a desarrollar la responsabilidad con criterio. Ponerse el abrigo cuando siente frío, es un gran acto de conexión con sus necesidades y una acción consecuente y responsable en tomar medidas para seguir su cuidado. Si ayudas a seguir sembrando estas semillas en tu hijo y tu hija, le estás preparando para vivir la vida de una forma más plena y con más sentido.
Un dato a tener en cuenta. Es importante saber que, este aspecto de autonomía verdadera que anhelamos y deseamos, en muchos momentos no estamos preparados. Para los padres, nos ponen en muchos momentos en la cuerda floja porque empodera a las personas, de tal manera, que te sientes cuestionada, te pueden entrar dudas, necesitas dialogar mucho más para llegar a acuerdos, etc.
La sociedad laboral y empresarial no está preparada para personas con este tipo de autonomía con pensamiento crítico. Porque son más incómodos al cuestionarse cosas, a establecer límites, etc. La sociedad quiere personas obedientes que lo pongan fácil lo que quieren o creen que debemos hacer, por su bien, por el bien de la sociedad… ahí lo dejo, porque aquí se abre otro campo.
Dicho esto, en un hogar. ¿Qué te resulta más fácil?
Un niño autónomo desde sus dos fuentes, física y mental, se requieren herramientas comunicativas y límites muy claros, firmes y amorosos para que todo recobre orden y sentido.
Niños autónomos que alimenten más seguridad que los mismos padres no funciona. Y estos padres tampoco les pueden preparar para que esta autonomía se lleve a cabo con eficacia y bienestar en el mundo social.
Por ello, empoderar a los padres para que los hijos sean autónomos, es algo fundamental.
Y después, ayudarle a tu hijo a gestionar su propia autonomía para que siga alimentando este tipo de pensamiento crítico, es el siguiente paso que no debemos de perder de vista.
Se requiere al mismo tiempo, desarrollar destrezas en tu hijo para que este tipo de pensamiento le ayude y no le debilite. Estas destrezas le ayudarán en el desarrollo de su persona para seguir mejorando, seguir creciendo y al mismo tiempo, sin destruirse o lesionarse uno mismo, estableciendo sus propios límites con firmeza, flexibilidad, amor y respeto, sin autoexigencia, sin crítica destructiva. Todo con límites y normas.
Este proceso es más complejo que una obediencia ciega. Sí, lo es. Pero merece mucho la pena seguir por este camino si quieres que tu hijo e hija vivan la vida con plenitud, bienestar y sentido.
Si te encuentras que no sabes como fomentar las herramientas adecuadas para que tu hijo sea autónomo en el hogar te invito a conocer mi programa ICHI. Se trata de un programa de crianza con respeto, natural y con apego. Orientación y acompañamiento en el crecimiento familiar con el que puedo ayudarte a mejorar la armonía en el hogar.
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