Las vacaciones llegan a su fin y toca volver a la rutina, los horarios, las actividades, en definitiva, la vuelta al cole.  La vuelta al cole es sin duda un gran cambio en muchos sentidos. Lo que antes era más placentero, divertido y con horarios muy flexibles, ahora comienza una etapa que en muchos aspectos es muy diferente.

Ahora está llena de responsabilidades, el tiempo está todo el día presente, distancias con la familia, incertidumbre de las situaciones que van a establecer con el Covid19, y un gran etcétera, que lo puede vivir como una novedad de forma curiosa, o como una novedad desconcertante.

Todos unos cambios que requieren de una gran comprensión y apoyo de los padres y adultos que están en el centro en el que acude el menor.

Y como es un proceso de cada niño, ya que no podemos evitar que se disgusten o que hagan algo o dejen de hacerlo, lo que sí que podemos es favorecer es el contexto y el alimento emocional para que pueda sentirse apoyado, y recoja su propia fuerza para transformar las emociones incómodas que pueda vivir dentro y fuera del ámbito escolar.

La actitud positiva del adulto no sólo es hablar del cole como algo agradable, divertido, amigos, etc. Porque si sólo lo muestras desde ahí, lo que se convierte en una intención positiva, puede resultar todo lo contrario. Y de esto, es lo que quiero contarte para ofrecer a tu hijo o hija, verdaderas ayudas que le faciliten a tu hijo una gran adaptación en la vuelta al cole.

Los mejores consejos para preparar la vuelta al cole

Aquí tenéis unos consejos que espero que os puedan servir de ayuda para afrontar con éxito y tranquilidad la vuelta al cole de vuestro hijo/a.

 

  • Comunicación y escucha

A veces, los bombardeos de preguntas a la salida del cole van más dirigidos a la investigación y control de lo que ha hecho o dejado de hacer para quedarnos o no tranquilas como adultos. Y aquí, en estas preguntas de detective con tan buena intención, de ¿con quién has jugado? ¿qué has hecho? ¿a quién has visto?, etc. se nos puede olvidar ¿Cómo estás? ¿Cómo te has sentido? Puede que en el momento de salir no sea de contarte nada. Pero puede que en el momento de la bañera sí, cuando está relajado.

La comunicación no es responder preguntas. Es escuchar lo que siente y lo que necesita compartir. Tu actitud de querer escuchar es lo que necesitará para saber que sus palabras y sus sentimientos no van a “caer en saco roto”.

Escucha los sentimientos incómodos, situaciones difíciles también es un gran momento de resolución por el mismo a través de tu escucha y comunicación sin sermones, ni soluciones. Y a la salida del cole te invito a preguntar de corazón y con disponibilidad: ¿Cómo estás? ¿Cómo te ha ido hoy? Y buscar momentos para compartir experiencias.

 

  • Alimentar la actitud positiva

Y atención aquí. No todo va a ser bonito e idílico, y eso no quiere decir que ya dejemos de desarrollar la actitud positiva. Los mensajes positivos que hablan de que todo va que va a ser todo fácil y bonito, con los amigos, con los juguetes, es otro concepto muy diferente al que yo entiendo por actitud positiva.

La actitud positiva no se trata de querer convencer de que todo va a ser estupendo, porque sería negar partes de la realidad. Con los amigos se va a pelear, sí o sí. Y desarrollar esta actitud positiva consiste en escuchar soluciones o posibilidades en la que pueda transformar los momentos de conflicto o difíciles que pueda experimentar.

¿Cómo será un día en el cole? ¿Estarás todo el rato a gusto? ¿Puede pasar que algún compañero quiera tu juguete con el que estás jugando muy a gusto? ¿Qué pasaría o qué harías para solucionar ese problema o situación?

Aquí está la gran oportunidad para desarrollar la actitud positiva, en el enfoque de las soluciones de conflictos o dificultades en las situaciones cotidianas. De qué puede hacer si echa de menos a la mamá y/o papá, de cómo puede pedir ayuda al profesor si siente que necesita algo.

Ponerle todo bonito es querer convencerle de algo irreal. Amplia la mirada en todas las posibilidades sin dramatismo, para que pueda sentirse hábil para poder gestionar problemas y recuperar su bienestar y adaptación, eso es el alimento de la actitud positiva.  

  • Explicarle bien la importancia de una buena rutina de higiene, especialmente la higiene de las manos para prevenir el Covid-19

Es importante establecer momentos de comunicación en donde se hablen de los cambios posibles desde la llegada del Covid19, sobre todo desde una actitud de expectación positiva. ¿Cómo será ahora el cole con el Covid19? ¿Qué cambios habrá?

Si las rutinas de higiene del centro se pueden llevar a la práctica en el hogar, sin estrés y sin una presión extra que haga el efecto contrario de desarrollar más resistencias, podrá ayudar a integrar estas rutinas en el centro educativo.  Es una forma de trabajar en equipo con el profesorado y favorecer la integración de los nuevos aprendizajes y rutinas.

Es todo un gran aprendizaje, y como aprendizaje, necesita de su tiempo. Alimentar y alentar las acciones que se acerquen cada vez más a una buena rutina de higiene, será importante. Y para ello, nombrar de forma objetiva lo que sí que hace y citar que irá consiguiendo cada vez más, por ejemplo, darse cuenta cada vez antes de que viene un estornudo, para que pueda apartarse, o sacar el pañuelo o demás medidas.

Alentar en este proceso con confianza será importante. Y delegar la importancia de que en el cole estará el profesor o profesora quien les ayudará a aprender a estar de otra manera en el cole y de ahí, la atención con aliento en que lo aprenderán.

 

  • Cuando van por primera vez al cole o la guardería

La gran clave está en el proceso de adaptación que se realice. Es importante acompañar este proceso de forma paulatina, de forma que se respete el ritmo emocional de tu hijo de forma concreta. Es toda una gran conquista al nuevo lugar, a la persona nueva de referente para que sea persona de confianza y seguridad, a los otros compañeros y las reglas del juego, en la normativa del aula, etc.

Muchas situaciones nuevas, que va a comenzar. Y para ello, es importante no correr y establecer el primer y requisito fundamental para que todo su estar en el aula y en el cole, sea en su mayor parte agradable.

Y es por ello que necesita de ti, para hacer este proceso de transición, para ir incorporando una nueva persona de referente de seguridad y confianza en este lugar nuevo. Y progresivamente, paso a paso, sin enredarte en su proceso, ir retirándote progresivamente. Es un gran trabajo de equipo con la nueva persona de referente que va a entablar relación tu hijo. Y este trabajo con comunicación fluida, te ayudará en las indicaciones concretas que tu hijo necesita, aumentando al mismo tiempo la confianza y tu propia relación con esta nueva persona.

Sé que si sólo miramos por los horarios adultos y toda la disponibilidad que se requiere en este mes de setiembre, es muy costoso. Pero no están aquí solo tus necesidades. Seguro que también necesitas que tu hijo esté bien en el centro. Ambas partes saldrán beneficiadas de este proceso y para ello, soy partidaria que al principio haya que invertir tu tiempo, dedicación y demás aspectos importantes para seguir con una adaptación que pueda digerir y gestionar tu hijo.

 

  • Cuando hay cambio de etapa educativa o de colegio

Cuando hay cambio de etapa, a veces hay mucho miedo en el propio niño. Muchas veces suelen ser por conversaciones de patio, de primas o hermanos más mayores, de conversaciones con más mayores quien con muy buena intención de poner como positivo este “ser mayor”, a veces lo pueden vivir con dudas y alimento de creencias limitantes de “no sé si podré”, “yo no sé”, etc.

Y lo mejor es poner encima de la mesa todos estos miedos para que de nuevo, con una escucha activa de todo lo que sienta, vaya poniendo en marcha sus propias soluciones. No las tuyas, recuerda.

Si hay un cambio del cole, es importante añadir a esta conversación, una visita previa al centro para conocerlo. También a los conserjes, y su referencia de ayuda en algún momento que lo necesite. Suele darles mucha tranquilidad conocer distintas opciones a recurrir. Un plano del centro también le puede ayudar para ubicarse en el mismo, y el día de la visita, acabar jugando a encontrar los distintos lugares a modo divertido con el padre o madre. Siempre que la normativa del centro permita, claro.

Enseñarle a nuestro hijo e hija fotos de los nuevos compañeros y jugar a quién es quién, le serán de utilidad.

Si ya conoce a algún nuevo compañero con el que estará, le puede ayudar mucho el ir a la plaza o al lugar de juego donde suele estar. De esta manera va a poder tener un pequeño contacto y así crear un lazo afectivo inicial. Si ha habido conexión entre ellos, genial, sino, con una presentación puede ser suficiente y si le puede contar alguna cosa importante a tener en cuenta, puede ayudarles a saber más del lugar, y el compañero veterano, sentirse útil en la ayuda.

 

  • Cuando hay ansiedad ante la separación

El permiso a la expresión de la emoción incómoda siempre debe ser importante cuidarla para que no la coarte, ni la bloquee. Decir o expresar el miedo que siente, qué es lo que le puede pasar sin querer convencerle para que no la sienta, no tiene sentido o bueno, no le ayuda tanto como te gustaría.

De nuevo, la comunicación y sobre todo, tu escucha activa, en la que pueda liberarse y aligerar este malestar, es importante para comenzar a darle forma a esta ansiedad. Compensar en las tardes con tu disponibilidad y acompañamiento, le ayudará también a llenarse de energía para seguir conquistando su propio proceso.

Enfocarse en soluciones, de qué se le ocurre qué puede hacer para sentir a mamá o papá o a alguien quien le puede ayudar, será importante.  Y también establecer medidas que le ayuden a fomentar sentimientos de “soy capaz”, “puedo”, como por ejemplo, un collar o pulsera para el niño y adultos, en el que con un ritual, ayude a cargarlos de besos, de amor para que cuando lo toque, pueda recoger toda esa ayuda. Es alimentar formas para sentirse cerca desde un punto de fantasía. Fantasía de esa rica, de la que alimenta el alma y ayuda a superar estos delicados momentos.

Se puede hacer de otra manera muy sencilla, como por ejemplo, llenar de besos los bolsillos o la mochila, y jugar en que te lo pueden poner en la nariz, en el codo…les ayuda a tener recursos y recordarlos como algo divertido con el que fomente el ánimo.

Objetos como por ejemplo, un pañuelo que huela al hogar, también será importante para sentiros cerca. Sí, puede parecer que este hecho puede hacerle hundir más en esta angustia. Es por ello, que debe ser complementado con energía y con más ayuda del adulto para que le pueda servir de ayuda.

Añado que el momento de despedida es importante cuidarlo, tanto el previo para alimentar ese momento, como el momento de separación. En el previo, abrazos y llenado de bolsillos de besos si está receptivo, avisarle que de “aquí a poco nos diremos hasta luego”, y que puede contar con (nombras a los profesores) que puedan servirle de ayuda con mensajes positivos, de “ella se encarga de cuidarte y de ayudarte”. El momento de salir, es muy importante encontrar la complicidad del adulto quien le recoge, para que lo pueda sostener emocionalmente. Por ello, esperar a que esté disponible, es importante. Y puede servir elegir un número para decir el “hasta luego”, que lo puedes decir tú, como padre o madre o el niño. Y en ese número, sí, cumplís la despedida.

 

  • Que participen en su vuelta al cole

Mirar entre todos, el listado de material necesario para llevar al cole, será importante para participar en sus responsabilidades con ilusión. Puede que necesitéis comprar algo. Importante que sea lo necesario y así, lo comprado aún puede tener mayor efecto en su ilusión.

Lo que necesitan y dónde lo pueden conseguir, poner sus nombres, su señal para identificarlo, es todo un bonito trabajo de preparación. Todos estos objetos preparados en familia en un contexto agradable, puede ayudarle mucho en su cuidado y al mismo tiempo, a recoger la fuerza al mirarlos y evocar el amor familiar.

 

  • Preparación de rutinas antes de ir al cole

– Quince días o una semana previa, ir acercándose progresivamente a los nuevos horarios para que no supongan un gran cambio y pueda estar descansado en el aula.

– Comenzar a establecer horarios de estar sentados, momentos de concentración a la mañana con un orden, les ayuda a hacer esta transición de forma más progresiva.

– Todo apoyo visual de las acciones sucesivas y ordenadas que necesitan para salir al cole, les ayudará.

– También es importante comenzar con ensayos en la mañana, como si ir a hacer la compra fuera el ir al centro y ver qué necesitan mejorar para llegar con tiempo y disfrutar del camino.

– Es muy interesante hacer también algún símil de desplazamiento al centro antes de empezar para calcular tiempos.

– Establecer el hábito de prepararse la ropa, almuerzo, tareas el día anterior, es muy importante.

– También los desayunos, tanto los materiales como el menú. Al igual que las meriendas. Cuanto más participe y se tenga en cuenta los intereses del hijo e hija, manteniendo los límites con firmeza y amor, más garantías tendrá de cooperar en todas estas rutinas.

Y mantener el ritmo para ir automatizando las rutinas. Al principio es importante, sobre todo en las semanas previas al cole, hablar de qué ha funcionado y de lo que no, para ir afinando y perfeccionando el orden, los tiempos y demás rutinas.

 

  • La recogida y las tardes después del colegio

La disponibilidad en la recogida de tu atención y escucha es fundamental. El cuerpo de tu hijo habla constantemente. Puede que en ese momento no te cuente nada o sí. Lo que sí siempre no está de más, establecer ratos de exclusividad a las tardes, al menos 10 minutos con cada hijo, para estar por y para él o ella y sobre todo, que ellos lo sientan.

Este acompañamiento a las tardes también será desde el plano emocional. A veces puede expresar mucho enfado y mucho malestar acumulado de la escuela. Es momento de dar permiso a la expresión de esa emoción, sin hacerles sentir culpables, y contener formas dañinas de soltarlas, para que puedan transformarlas, desde la firmeza y amor.

Aparca el móvil, los excesos de recados o por lo menos, espárcelos en los días, para que en las tardes pueda recoger de ti, padre o madre, todo tu amor y fuerza para esta nueva etapa educativa y recorrer de forma placentera, este duelo del verano.

 

Vídeo con tips para preparar la vuelta al cole

 

Asesoría familiar

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