Aestas alturas, ya sé que te has tomado un tiempo previo que has ido practicando lo visto en los anteriores artículos. 

¿Qué? ¿Que lo dejaste para ese “luego los veo” y ese “luego” es ahora?

Pues aquí tienes los dos enlaces: primer artículo y segundo artículo   

Si ya los leíste, te acordarás que hablé de la necesidad de este tiempo previo preparativo antes de quitar un pañal. Así, podrás observar cómo está realmente tu hijo  o hija madurativa y psicológicamente hablando. También te ayudará a poder comenzar con propuestas que le ayudarán a tener más éxito cuando ya no tenga pañal. 

Hoy quiero contarte alguna cosita más para seguir en este proceso, sin prisa y también sin pausa. Pasito a pasito, avanzando si tu hijo e hija muestra luz verde a continuar este proceso.  

Seguro que habrás oído muchas veces el verano como momento para quitar e pañal. Y sí, puede que el verano coincida en el momento ideal para tu hijo e hija o puede que no. 

Les ayuda mucho estar ratos sin pañal.

En el verano suele surgir con naturalidad, en otras estaciones, es interesante provocarlo, repito, si está en ese momento de preparación para el control. 

Y ¿para qué realmente es interesante que tu hijo e hija esté momentos sin pañal?

Para vivenciar, experimentar sensaciones directas con el esfínter.
 

Con estos pañales tan modernos, súper absorbentes, es difícil que puedan vivenciar y sentir cuando están mojados. 

Con las cacas es diferente. Y por cierto, será una pista muy grande si tu hijo o hija está incómodo cuando tiene cacas en el pañal y te dice para cambiarle. Este es un indicativo muy positivo que verifica que está preparándose para su logro. Si no te dice, le verbalizas cuando así le veas: «veo que tienes cacas en el pañal» o «veo que estás haciendo cacas».

Recuerda tirar la cacas del pañal por el váter con tu hijo e hija. Es comenzar con un ritual y duelo como te contaba en los artículos anteriores. Es deshacerse de algo que ha hecho, que es suyo y por la etapa de desarrollo en la que se encuentran, a veces les cuesta más desprenderse de sus cosas. Lo notarás con la dificultad en el compartir juguetes. Pues con este tema también tiene su símil. 

Si le ves haciendo cacas, le puedes invitar a hacerlas en el váter. Es muy probable que respondan con un “no”, pero ya al decirles, favoreces la conexión de hacer cacas y la posibilidad de ir al baño, se van estableciendo como una gran base de aprendizaje. 

Si ya está en el momento de sentarse algún momentico en el váter, proponle en esos momentos que suele hacer cacas. Hay niños y niñas que son como un reloj y tienen momentos más propicios para hacerlas, ya sea a las mañanas, o tardes, etc. Si accede ahí a sentarse, es muy probable que llegue a hacer cacas. 

Y aquí, en los momentos de sentarse en el váter para hacer pis o cacas, quería incidir en dos asuntos:

las posturas y las distracciones.

 

También me voy a centrar desde las heces,  por su peculiaridad. 

Hay posturas que favorecen que el reflejo gasto-cólico se estimule y favorezca el momento de querer hacer cacas. Por ejemplo, al estilo váter turco, que tienen un agujero en el suelo y estás con las piernas en cuclillas. 

Así que, aprovechar la calle para cogerles las piernas en un agachado en el aire o de cuclillas de forma autónoma, es lo mejor. Claro que si es verano y si está sin o poca ropa, facilita mucho este paso. 

También el váter adulto incluso sin adaptador, hace este efecto. Pero para ello, es mejor que tu hijo e hija se sientan seguros en este medio.

Tu presencia y compañía en este momento, es fundamental para alimentar su seguridad.
 

Con el adaptador, reductor de váter y una sillita para hacerlo por sí mismos, también es muy interesante. Yo no soy muy amiga de los extras, orinales y similares. Pero eso a gustos personales. 

El otro tema que quería comentarte son las distracciones cuando están sentados en el váter. Me refiero a hacer un momento de juego con muñecos o similares. Se trata de conectar con tus sensaciones del esfínter, provocar el vaciado de la vejiga o intestino. Esta conexión favorecerá el aprendizaje que hay detrás, relajar o contraer músculos. Es muy diferente la acción que necesita aprender estimular en los músculos,  ya que para orinar, necesita relajar y para defecar, necesita estimularlo. Y esto requiere de su aprendizaje con conexión con uno mismo para ponerle más intención. 

Si está sentado o sentada jugando, es más difícil llegar a todo este aprendizaje. Es mejor estar un poco, concentrado en lo que se está y si no sale, se acaba el ritual. Poco rato y más veces sin saturar.
 

Y si por lo que sea está con su muñeco, hacerlo partícipe de la situación con un: “mira spiderman, voy a hacer fuerza para ver si salen cacas. O voy a relajar la vejiga para que me salga el pis como a ti” etc. “Estoy aprendiendo a hacer cacas y pis en el baño” “Algún día sé que lo voy a conseguir”, etc. 

Favorecer la CONEXIÓN, CONEXIÓN Y CONEXIÓN sin distracción, por favor.
 

Después de estas pruebas de váter, sobre todo si ha hecho pis, le pregunto después ¿te pongo el pañal? O ¿quieres estar un ratito sin él? Así, provocas estar ratos sin pañal para seguir con este aprendizaje de asociación. Pis, me mojo. 

Como te decía, el tema de la defecación es muy particular. Y cada niño y niña lo lleva diferente. Yo soy  partidaria que antes de quitar un pañal, se haya estrenado en el hacer cacas en el váter. Y para ello, este trabajo previo es muy importante para familiarizarse y evitar después regresiones, como estreñimientos. 

Y ya el último punto que quería hablarte del cierre del sentado en el váter:  el limpiado autónomo con el papel higiénico. Sí, lo sé. No se van a limpiar bien al principio. Pero para conseguirlo, deben de practicar y practicar para afinar su aprendizaje desde tu acompañamiento para que lo hagan con efectividad y responsabilidad. 

Hay un montón de aspectos interesantes a aprender: la cantidad de papel que necesitas, la verificación de si está o no limpio el culete, “hasta que salga el papel blanco”. Estos son aprendizajes muy importantes que no debemos de saltar.

El primer paso para la autonomía es la misma  acción y participación. Favorecerla es importante.
 

Es un gesto muy habitual que observo en el aula, que esperan pasiva y a veces demasiado pacientes, a que venga alguien a que les limpien. 

Y yo lo que te propongo es que favorezcas su responsabilidad con esta acción: coger papel, y hacer el gesto de limpiar. Luego como adulto, le repasas y le terminas. Progresivamente, tus acciones y participación irán disminuyendo y las acciones y participación de tu hijo e hija deberán de ir aumentando. También la efectividad de la misma. Cada vez se limpiarán mejor. 

Y ya para terminar, el lavar las manos después del baño. Yo lo incluyo como algo importante por higiene y por este momento inicial de aprendizaje, que es muy probable que acaben las manos más sucias que lo habitual. 

Bueno, de nuevo, paro aquí. Hoy te he comentado actuaciones directas a hacer cuando tu hijo se sienta en el váter. 

Si lo tuviera que resumir en una frase, te la diría en: 

Favorecer la conexión y participación con responsabilidad.
 

¿Te animas a contarme cómo vas? ¿Cómo sientes estas propuestas? 

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