La fobia escolar puede tener muchos grados de afectación. Es muy importante estar atentos como padres y madres para que este problema no se convierta en una fobia al uso. Y así podáis actuar desde la prevención cuando surjan los primeros síntomas, ya que estos indican que algo le está sucediendo a tu hijo.
Si ya ha llegado a establecerse como fobia, es fundamental actuar para proporcionarle la ayuda que necesita tu hijo y así poder superarla. Y cada conquista que tu hijo realice, será un gran alimento para su auto-concepto y seguridad en sí mismo, que es de lo que se trata, para que se sienta capaz de poder superarla.
En este post hablaremos sobre las fobias escolares de origen emocional.
¿Qué es la fobia escolar?
La fobia escolar es un estado que hace referencia a situaciones de rechazo al asistir a un centro educativo por parte del niño y llega a mostrar conductas de evitación para no ir.
Detrás de la fobia escolar hay muchos más asuntos importantes a atender, que serán la base y origen del problema. Por ello, la conducta que muestra fobia escolar, es una señal, un indicativo, una alarma a la que atender, porque está mostrando alguna información relevante que requiera actuación.
En todas las situaciones de fobia escolar, hay una incapacidad total o parcial del niño a acudir al centro educativo por algún aspecto relacionado a la situación escolar, de hogar o de su desarrollo.
¿Por qué se produce la fobia escolar en niños?
El motivo de una fobia escolar, es lo importante a encontrar. Y para ello es fundamental también mirar más allá de este síntoma y más allá de las conductas que lo expresan.
Si seguimos el hilo de las conductas, posiblemente encontremos en el niño sentimientos dañados y necesidades no cubiertas. Y estos serán los motores iniciales a los cuales atender. Y digo posiblemente, porque es fundamental descartar afectaciones fisiológicas o patológicas que pueden tener otros diagnósticos.
Esto si es de origen emocional. Y para ello también es importante contrarrestar información con profesional médico.
La mayoría de las fobias escolares emocionales hay un denominador común, la ansiedad de separación. Cuando el niño va al centro educativo le pueden llegar a surgir miedo, inseguridad por no sentirse protegido ni sostenido emocionalmente, sentimiento de imposibilidad a poder resolver las situaciones que desencadenan en conflictos entre iguales en las relaciones sociales…
Causas de la fobia escolar
- Temor al profesor.
- Temor a los compañeros.
- Dificultades en la gestión emocional y entre ellas, lleva a una vivencia de estrés.
- Temor a alguna asignatura en concreto.
- Miedo a hacer el ridículo o a ser criticado.
- Sobreprotección de los padres. Padres ansiosos y desconfiados en las capacidades del niño y en la seguridad del centro para su hijo.
- Separación, divorcio, disputas entre los padres.
- Cambio de domicilio, mudanza.
- Cambio de centro educativo.
- Padres ausentes, que no han podido nutrir su propia fuerza interna y poder llevar con sentimientos de competencia y seguridad las situaciones que viva en el centro.
- Llegada de un nuevo hermano y lo vive como un sentimiento de amenaza.
- Experiencia traumática, como víctima de un abuso o un acontecimiento trágico.
- Problemas en el hogar: alguien muy enfermo, situaciones de paro con los que siente la angustia familiar.
- Haber sido víctima de un acto de intimidación.
- Ausentarse del centro durante un tiempo prolongado, por ejemplo: vacaciones, enfermedad, confinamientos en el hogar, etc.
- Dificultad de relaciones sociales: hacerse amigos, sentirse perteneciente al aula o centro, sentirse aceptado, etc. Atención a los inicios o vivencias de bullyng.
Síntomas de fobia escolar
El niño con fobia escolar muestra su mayor momento de malestar en el momento de ir al centro educativo, por ejemplo, los domingos a la noche, las mañanas antes de ir. En vacaciones cambia su forma de estar.
Síntomas generales:
- Dolor abdominal.
- Insomnio nocturno, pesadillas.
- Cefaleas, dolores de cabeza.
- Necesidad frecuente de orinar.
- Irritabilidad, explosiones de ira.
- Tristeza y apatía.
- Sin motivación para divertirse.
- Sentimientos de impotencia e inseguridad.
- Llanto, grito, protesta.
- Problemas con la alimentación.
Cómo ayudar a superar la fobia escolar
El grado de afectación condicionará en la forma de ayudarle. Así como el momento de actuación. Cuanto antes, con los primeros síntomas se actúe, más posibilidades de superarlo tendrá.
Para ayudar a superar la fobia escolar, es fundamental que no sólo te centres como objetivo principal, en cambiar las conductas que observas. Si te centras en lo que se ve, se pierde la verdadera información de lo que está sucediendo, el verdadero motivo por el que hay que velar y tratar.
Las conductas son el aviso, la señal de alarma, la petición de tu ayuda porque hay alguna necesidad fundamental que no está siendo cubierta, por ejemplo, que no se siente aceptado como es. Y ésta se muestra a través de la expresión de un sentimiento incómodo, digamos, tristeza y se refleja en conductas como: apatía, sin ganas de hacer, miedo al rechazo de los demás en el centro educativo, etc.
- El 1º paso es comprensión de lo que realmente le sucede a tu hijo.
- 2º paso, aceptación. Es su vivencia propia e única, aunque sea muy diferente a la tuya, para él es real.
- 3º paso: Escucha activa. Este punto es fundamental. Escuchar no es oír ni quedarte con sus palabras. Es escuchar cómo lo dice, que es lo que quiere decir y todo ello, sin juzgarle, ni criticarle, ni dar por hecho que lo que piensas que le sucede es. Por lo tanto, es poner un altavoz a lo que él dice con mucho amor y presencia, para que se vaya escuchando a sí mismo, poniendo orden a lo que le está sucediendo y desde ahí, podrá enfocarse en las soluciones.
- 4º paso: validación de sus emociones. Tener permiso para expresar emociones incómodas, le ayuda a liberarse de ellas para poder transformarlas. Por lo tanto, no criticarlas ni querer que dejen de ser mostradas. “Un deja de llorar”, no es validar. Un “Veo que estás llorando, ¿necesitas un abrazo?”, eso sí es validar.
- 5º paso: Enfoque en las soluciones. Después de la comprensión, escucha activa y validación, puede ser un gran momento de centrarse en qué puede hacer con lo que le sucede. “Me doy cuenta de que te disgustas cuando vas al centro educativo… (escucha-validación, expresión del niño de todo lo que necesite tomando su gran margen de tiempo). ¿Y qué puedes hacer para… (estar mejor en el centro, poder disfrutar, recordar que luego podemos volver a casa…)?
El trabajo en equipo con el personal del centro educativo es fundamental. Es un trabajo compartido, que requiere entendimiento por ambas partes y búsquedas de criterios comunes de actuación.
Toda actuación complementaria desde el hogar será fundamental que ayude en el fortalecimiento de su auto-concepto, de la sensación de protección y seguridad en sí mismo para poder superar las dificultades.
Recomendaciones diarias para superar la fobia escolar
- Establecimiento de límites con amor y firmeza.
- Comunicación afectiva y eficaz.
- Verbalización de lo que sí que hace.
- Tomar su papel protagonista en todas sus tareas que son de su competencia: recoger su cuarto, higiene, etc. Y el adulto acompaña, no le hace lo que le corresponde.
- Facilitarle procesos difíciles para que sean más digeribles para él, recobrar la sensación de que sí que puede, e ir progresivamente descendiendo esas facilidades. Es un proceso de andamiaje, se ponen andamios de ayuda sólo cuando lo necesita y se van quitando cuando ya puede hacerlo.
Es importante una actuación rápida y eficaz de estos casos que comienzan a mostrar fobia escolar para que no se conviertan en problemas mayores que afecte a su desarrollo personal, a la socialización o problemas académicos.
Si el caso es de gravedad, por ejemplo, bullying u origen fisiológico, como puede ser SFC (síndrome de fatiga crónica), es importante que acudas a un especialista para que le pueda guiar en este proceso, desde su origen.
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