Son pocas las familias que dudan de la importancia de los límites en los niños y de la necesidad de establecerlos en la educación de sus hijos. El gran aprendizaje de las familias es saber cuándo y cómo aplicar los límites.
No todos las formas ni las maneras de poner los límites en práctica ayudan a fortalecer la autoestima, el bienestar personal y la relación entre padres e hijos. De ahí su importancia en el cómo establecer los límites en niños es fundamental.
No te preocupes, voy acompañarte en este camino. Te dejo aquí una guía completa sobre la importancia de los límites en los niños. Qué son, cómo establecerlos y te hablo de las consecuencias de la falta de normas y límites en la educación infantil. Sigue leyendo.
Qué son los límites en los niños
Los límites y las reglas son líneas rojas que no debemos de pasar para garantizar el respeto y bienestar personal, grupal y ambiental. Por lo tanto, el límite es una necesidad vital para cada persona o bien para establecerlos uno mismo para su auto-cuidado con otras personas o bien para respetarlos de otras.
Al mismo tiempo y en muchos momentos, es una gran tentación, sobre todo para un niño que tienen la necesidad de explorar y descubrir un mundo que están ansiosos por conocer. Sólo con decirte: “no pienses en un perro rojo volando”, podrás comprobar en ti misma la dificultad de frenar esa tentación. Aunque aquí también está condicionado la forma de comunicar el límite.
Esta tentación de este ejemplo, también está condicionada por la forma de comunicar el límite a un niño. La palabra “No” es abstracta y no tiene una representación concreta mental. Por lo tanto, el mensaje que le llega a tu cerebro ante un mensaje así es: “Piensa en un perro rojo volando”.
La otra dificultad, es los frenos inhibitorios cerebrales, que se encuentran en la corteza superior. Y en un niño, está en pleno desarrollo. Por ello, les cuesta más parar y respetar por sí mismo un límite. Sólo a partir de los 4 años, puede comenzar a utilizar estos frenos inhibitorios con algo más de autonomía. Por ello, necesitará de la guía y acompañamiento de un adulto para ir consiguiéndolos integrar en su repertorio conductual.
Así que el límite es el recinto seguro, real y/o emocional que como adultos responsables de la educación de los hijos, son establecidos por padres y madres con la finalidad de encontrar su verdadera autonomía, manteniendo el instinto natural de experimentar para adquirir aprendizajes, sin dañarse a sí mismo, ni dañar al otro ni a nadie.
La verdadera autonomía de un límite se encuentra en la propia decisión de cada uno, no en la imposición externa para cumplirlos. Y para ello, necesita de su tiempo y de tu ayuda como padre y madre y demás adultos.
Para qué sirven los límites en los niños
Los límites y las reglas en niños sirven para mantener íntegra su seguridad física y emocional de sí mismo y de los demás, ofreciendo al mismo tiempo, un orden que facilita un funcionamiento de situaciones de la vida cotidiana. De ahí la importancia de los límites en los niños.
Establecer límites en los niños y niñas sirven para:
- Dar seguridad a todos, lo que aumenta la confianza de encontrarte seguro.
- Los límites en la educación de los niños son esenciales porque aprenden a cuidarse uno mismo ante los demás respetándose y haciéndose respetar. Y al mismo tiempo, a la otra persona, por respetar sus propios límites.
- Trasmiten valores. Detrás de los límites y pautas, siempre hay unos valores de respeto, solidaridad, paciencia, entre otros.
- Les ayuda a “saber estar” en los distintos contextos. Cada lugar tiene unas formas acordes y concretas de actuar. Por ejemplo, no es el mismo “estar” dentro de una tienda, que un funeral, biblioteca, que una sala de juegos o fiesta infantil.
- Ayudar y contribuir en una resolución de conflictos, donde el límite claro de no hacernos daño es fundamental.
- Establecer habilidades sociales que ayudan a poder adaptarte sin perder tu criterio propio.
- Fomentar la verdadera autonomía, por la que llevan a cabo el límite por responsabilidad propia desde la comprensión de su importancia.
- Fomenta el bienestar personal, social y ambiental del que formamos parte.
La importancia de los límites en los niños
Si tuviera que resumir en una frase la importancia de los límites en niños podría decir que es: asegura la supervivencia personal, social y mundial.
Si respetamos el límite que nos ayuda a cuidarnos, cuando nos relacionamos con nosotros mismos y con los demás, el bienestar individual y las sanas relaciones sociales serían mucho más habituales en nuestra sociedad. Así que la importancia de los límites y disciplina en los niños positiva, es por un bien individual y colectivo.
Si este principio lo lleváramos a la práctica, el Bulling y demás abusos dañinos, tendrían sus días contados. Y es porque los límites aseguran el derecho y deber del respeto que ya tiene cada persona.
Además, los límites y normas en la educación de un niño, confirma y verifica el amor que sus padres u otro adulto sienten por él. Y es que pensamos como adultos que es evidente y que un hijo no necesita comprobarlo. Pero sí, la forma de relación es lo que confirma y verifica sentirse amados, cuidados, validados, pertenecientes y respetados. Por lo tanto, los límites establecidos con respeto, firmeza y amor, también fortalecen las relaciones entre padres e hijos y el desarrollo emocional del niño.
A un niño, los límites le ayudan también a conocerse a sí mismo y a los demás mediante la experiencia consciente de lo que me beneficia para permitirlo y al mismo tiempo, saber lo que me perjudica, para limitarlo. Una vez que lo conoce de sí mismo, lo puede llevar a las demás personas de su alrededor, teniendo más garantías de comprenderlo y de respetarlo.
Gracias a los límites, cada niño y niña también puede ir desarrollando habilidades de autocontrol de forma cada vez más consciente, consecuente y responsable. Y como para un niño es un reto complicado por sus ganas, su deseo, pasión, ilusión por probar, experimentar, descubrir todo un mundo de su alrededor que está deseoso de conocer, le genera también mucha inquietud y nervios que le resulta difícil inhibir.
Cuando no puede hacer algo que tanto desea, le produce mucha frustración y demás emociones incómodas que lo pueden expresar de forma intensa y sin control. Es entonces cuando tu ayuda es muy necesaria para aprender a canalizar estas emociones sin hacer daño a nadie, ni a si mismo. Y todo ello desde el cuidado del vínculo, desarrollando el sentimiento de pertenencia y valía al mismo tiempo. Por lo tanto, los límites pueden ayudar a desarrollar una sana gestión emocional. Lo niños necesitan reglas y es importante poner límites a los niños.
Como establecer límites en los niños
Tenemos dificultades para relacionar un límite de forma que no haga daño ni a la valía del niño o niña, ni tampoco dañe la relación. Y entre medio, que desarrolle la autonomía y responsabilidad en el cumplimiento de las normas.
A continuación, enumeraré las condiciones y cualidades necesarias para establecer los límites en los niños de forma sana para todos:
- Límites en los niños con amor y firmeza en su misma medida. Si hay más amor y menos firmeza, nos vamos al libertinaje. Es cuando el límite estará en riesgo de llevarlo a cabo. Pero si en cambio, hay más firmeza que amor, nos podemos ir al otro extremo, el autoritarismo. El equilibrio entre estos dos ingredientes, es lo que garantiza establecer las garantías de un gran desarrollo en el niño y relaciones sanas.
- Mejor pocos límites en los niños y sobre todo, establecerlos de forma muy clara y concreta.
- Con cuidado y respeto hacia uno mismo y hacia los demás.
- Con conexión de sus necesidades para reparar desde ahí, las conductas. Imprescindible: 1º conectar para limitar.
- Con la escucha y validación de sus emociones.
- Con el sostén de las emociones incómodas para que pueda sentir el permiso a la expresión y al mismo tiempo, poderle ayudar a canalizarla para que la pueda transformar en otra emoción menos incómoda y dañina.
- Límites en niños que necesitan ser guiados por el adulto, con su gran inversión en tiempo con perseverancia y constancia.
- Sin chillos, amenazas ni castigos que compran obediencia a través del miedo.
- Tampoco con premios, ni alabanzas que está encubierta el grado de control sobre el niño o niña.
Cómo aplicar límites a los niños
Es fundamental que los límites en la educación de los niños, siempre sean desde el respeto y cuidado del bienestar físico y emocional. Ninguna manera debe ser punitiva ni de forma sutil ni de forma débil porque debe de garantizar la integridad de todos. Y para ello, necesita aplicarlo con estos requisitos:
- Limitar al niño de forma firme y amable al mismo tiempo. Estos dos ingredientes, amor y firmeza es fundamental que ambos estén en su misma medida.
- Con objetividad, sin juicios, ni etiquetas, ni adjetivos y menos, descalificativos.
- De forma concreta, precisa de lo que necesitas o de lo que se puede o no hacer.
- Mejor pocos límites y fundamentales, que muchos y poco importantes.
- Explica el motivo brevemente para ser comprendido.
- Acentuando lo positivo en lo que sí se puede hacer, para ayudar a centrarse en las posibilidades y no en la discusión. Por ejemplo: es diferente decir “No corras” que, “aquí vamos despacio”
- Mostrar el límite con opciones, con otras alternativas que sean aceptadas. También es interesante que participe el niño en esta búsqueda de alternativas manteniendo el límite. Siguiendo el ejemplo: “Aquí vamos despacio. Después, en la calle, podrás correr todo lo que necesites”.
- Pensar el límite antes para asegurarte de que es realmente importante y así, mantenerlo con firmeza y amor en su cumplimiento.
- Desaprueba la conducta, no al niño. Es muy diferente estas palabras: “Eres malo que eso que has hecho no te lo permito hacer”.
- Gestiona tus propias emociones adultas para que tu enfado no arrolle a tu hijo y reacciones en vez de responder a lo que sucede. Respira, tómate tu tiempo.
- Si el adulto o el niño muestran una emoción incómoda muy intensa y no permite la escucha, tomar un tiempo de distancia, manteniendo el límite. Puede ser ir al rincón de la calma, te explico en este otro artículo.
- Mostrarse como adulto que limita y al mismo tiempo coopera desde la comprensión. “¿Qué te está sucediendo?”; “¿Necesitas ayuda…?” “¿Te puedo ayudar en algo?”.
- Acompañar al niño a que descubra sus propias necesidades para que pueda encontrar opciones con responsabilidad.
- Conexión de adulto al niño. Entender el porqué lo necesita hacer es importante.
- Límites en niños con coherencia desde el adulto, para ser un digno modelo a imitar.
- Mantener la constancia, persistencia, firmeza y amor para dar tiempo a la integración del límite, y por ello, dar permiso al error como forma de aprendizaje.
- Establecer normas y límites ajustados al momento y a la situación concreta. No es lo mismo estar en una biblioteca, funeral que en un parque infantil. Tampoco será lo mismo estar en casa solos que con unos amigos.
- No saturar la repetición verbal del límite. Utiliza también el límite físico. Por ejemplo: En vez de estar repitiendo que no puede saltar encima del sofá con las zapatillas, es mejor que le bajes del mismo. Recuerda, con firmeza y amor.
- Asegurarte de que tu hijo o hija escucha el límite. Y para ello, te acercas para comunicarle con los criterios mencionados. Puedes preguntarle si te puede decir con sus palabras qué es lo que ha entendido, pero no de forma de culpa ni sus variantes. Siempre con una actitud de cooperación para ampliar la información que sea necesaria y que no lo sienta como un “examen” de desconfianza que le está poniendo.
- Encontrar el ajuste óptimo de los límites por capacidades de su edad en el niño. Puede resultarte en muchos momentos que no es sencillo. Activa tu mirada y atención a lo que necesita tu hijo y podrás ir ajustando su nivel óptimo de límites por situación y por momento evolutivo. Por ejemplo: Un niño de 2 años puede estar menos quieto que un niño de 4 años.
Objetivos de las normas y limites en los niños
El objetivo de los límites y normas en niños son que pueda adaptarse al medio en donde se encuentre en cada momento, de forma que cuide su bienestar personal, social y del medio ambiente en donde vive.
Es un proceso de aprendizaje progresivo y constante para integrar un marco conductual respetuoso consigo mismo y con los demás. Y con tu ayuda mediadora, tu hijo podrá ir actuando de forma autónoma y responsable.
Es importante tener los objetivos a conseguir a largo plazo desde este trabajo constante para:
- Lograr la auto disciplina positiva. Es decir, que actúen guiados por motivaciones internas de forma responsable para encontrar su bienestar físico y emocional.
- Fomentar la autonomía con responsabilidad, para que pueda regular su propia conducta con criterio propio, estando o no el adulto presente.
- Desarrollar en el niño un sentido crítico para diferenciar que le beneficia y que le perjudica desde su propio criterio.
- Combatir la rebeldía desde el adulto. Es importante saber lidiar con los comportamientos para limitar con firmeza y amor sin pedir una obediencia ciega en tu hijo.
- Interiorización de valores: respeto, cuidado, tolerancia, entre otros.
- Conseguir el bienestar desde la adaptabilidad. Saber estar en cada lugar sin perder tu esencia.
- Ayudar a vivir en sociedad.
- Aprender a gestionar las emociones y la tolerancia a la frustración.
- Establecer el criterio de seguridad y de protección.
- Conseguir el respeto hacia uno mismo; respeto hacia los demás; respeto hacia el ambiente.
Falta de límites en los niños
La falta de límites en los niños hoy en día es muy habitual, aunque también es importante saber con qué ojos se mira esta situación y desde qué contexto estamos.
El contexto nos ayuda a dar más claridad para entender una posible falta de límites, puede ser debido a que los padres y madres de esta era, somos hijos de padres autoritarios. Lo que significa que lo importante era cumplir sí o sí el límite como fuera. No se tenía en cuenta el daño en la relación ni en su valía. El límite era el objetivo, aunque fuera conseguido de forma punitiva.
Ahora queremos establecer los límites de forma diferente, pero se desconoce la forma de hacerlo. Es por ello que los estilos educativos de los padres van de un extremo al otro, del autoritarismo al libertinaje.
Cuando los padres son muy amorosos, pero se les olvida la firmeza, los niños y niñas muestran una falta de límites. Es cuando los padres suelen actuar desde un cambio rápido de su estilo, estableciendo firmeza, pero olvidándose de la entrega de amor. Es cuando el estilo educativo ha pasado al otro extremo, al autoritarismo.
Pero desde el autoritarismo, los padres actúan desde el miedo y la búsqueda del control del otro, en este caso los hijos, y los límites empiezan a fallar porque tienen que recurrir a los castigos, amenazas y demás, y tampoco funciona. Los padres se apiadan de su propia dureza y no se sienten buenos padres, y regresan al libertinaje.
La consecuencia de la falta de límites en los niños es debido al desconocimiento de los padres, de cómo encontrar el estilo educativo con autoridad, aprendiendo a gestionar su poder de forma positiva, sin hacer daño a la valía del niño (su seguridad, autoestima, identidad, etc.), ni tampoco dañar la relación de confianza y afecto entre las dos personas.
Hay mucho desconocimiento en la forma de ayudar a regular y gestionar sus emociones y las de su hijo. Es importante aprender a sostener las expresiones emocionales incómodas que surgen a través de un límite sin hacer daño. Para así poder guiar en la interiorización de los límites y aprender de la importancia de los limites en los niños.
Consecuencias de la falta de límites en los niños
La falta de límites en los niños lleva a muchos problemas en ellos mismos y en toda la familia. No puede haber una armonía familiar ni un bienestar personal sin un equilibrio en la forma de establecer y cumplir los límite de ahí la importancia de los limites en los niños
Los niños que no saben aceptar una norma, una regla ni un límite, muestran:
- Irritabilidad, enfado,
- Exigencia en aumento, y puede mostrar actitudes y comportamientos de tiranía al utilizar el control de las personas adultas.
- Falta de respeto hacia sí mismo y hacia los demás.
- Suelen hacer lo contrario a que se les piden que hagan.
- No aceptan un no como respuesta.
- Ante un límite, se expresan con gritos, romper materiales en mayor o menor medida.
- No aceptan la autoridad de los padres. Los padres o bien no cogen la autoridad y/o el hijo no la acepta.
- Baja autoestima, inseguridad, camuflada en una aparente fuerza.
- Suelen ubicarse en lugares de líderes que necesitan seguidores.
- Dificultades en las relaciones sociales ante una negativa u otra propuesta diferente a la que quiere.
- Baja tolerancia a la frustración.
- Dificultad en la gestión emocional.
- Insatisfacción habitual. Aunque se llene de caprichos o demás objetos que al principio le pueden hacer mucha ilusión, acaba desplazándolos rápidamente sin valorarlos.
- Dificultad alta en las esperas. Muestra una impaciencia muy notable.
- Conductas desafiantes, sin cooperar.
- Dificultad en saber estar en lugares diferentes con su comportamiento acorde. Por ejemplo, en una biblioteca, tienda, museo, etc.
- Su forma de expresión para pedir ayuda es a través de conductas inadecuadas.
Es por todo esto, la gran importancia de aplicar con buenas practicas los límites en los niños.
Dinámicas para establecer límites en los niños
Es muy importante no reaccionar y sí responder ante una situación que se requiere establecer un limite en la educación del niño. Y para ello, es fundamental parar, respirar 3 o 10 veces profundamente, coger fuerzas y situarte en el lugar de adulto. Toda esta nueva actitud adulta desde el control y adecuada gestión de su poder, es lo que facilitará su labor de acompañar la expresión emocional del hijo sin cambiar el límite. Y además, poner en práctica:
- Hacer un filtrado del NO. Quedarse con los fundamentales para no llenar de NOES innecesarios. Mejor menos y consistentes que no muchos, y sin mucho sentido.
- Utilizar el “ENTONCES / CUANDO”, en vez de el “Si no….”. Ejemplo: “si no recoges los juguetes…” (aquí es cuando viene la amenaza, castigo o similares); “CUANDO recojas los juguetes, ENTONCES podrás pasar a hacer esta otra cosa.
- Expresar el límite de forma clara, directa, y directa. “Telmo, deja de dar golpes en el asiento del coche.”
- Poner el foco de la mirada y lenguaje en lo que sí puede hacer. “Telmo, puedes poner los pies en…” “Telmo, puedes darle suave al asiento”
- Lenguaje positivo.
- Menos repetir y más limitar desde la acción. Por ejemplo: En el momento de ir a lavar los dientes y no va al baño, en vez de repetir una y otra vez, con una suficiente asegurándote que te escucha. Y como mucha dos, dándole la mano para acompañarle al baño.
- Pedir la participación y colaboración de los límites y reglas en los niños, por ejemplo, en la recogida de juguetes.
- Escuchar sus propuestas de cooperación. Es importante que se sientan útiles y válidos.
Como trabajar los límites en los niños
Aunque estés cansado de escuchar esta palabra, con paciencia, decirte que sí, es necesaria, porque el aprendizaje de los límites no se consigue en unos días. Es una gran inversión de tiempo y de energía, que más adelante, tiene su gran resultado. Pero para ello, es fundamental invertir energía y tiempo. Y la paciencia, no es solo una virtud de unas pocas personas, sino que también se desarrolla cada día.
Algunas ideas para trabajar los límites en los niños y en los hijos:
- No esperar a actuar solo una vez que ha rebasado el límite. Importante tomarse tiempo en el proceso previo de prevenir.
- Prevenir situaciones desde la información y tu modelo a imitar, creando un guion de acción en cada situación.
- Hacer paneles informativos con imágenes, dibujos, pegatinas, etc. que sirvan de guiones de acción. Y después invertir tiempo en su aprendizaje.
- Encontrar formas de colaboración entre toda la familia.
- Escuchar las ideas que tiene tu hijo y hablar de las distintas formas de cumplir un límite. La forma de establecer los límites en los niños pequeños es diferente.
- Participar todos en la búsqueda de soluciones ante dificultades ante los límites.
- Pedir colaboración directa y sincera para poder estar todos a gusto.
- Cuando se ha rebasado un límite, primero comprender el motivo real y emocional por el que movilizó a esa conducta.
- Primero conectar y después corregir. Conectar y escuchar desde la validación emocional para que se sienta escuchado y comprendido.
- Después de la conexión y escucha activa, enfoque en las soluciones.
- Establecer unas rutinas claras que ayuden a tener claro lo que acontece cada día.
- Crear unas pautas de actuación para cada situación. Estas harán de ejes y coordenadas donde los niños y niñas tendrán la información de cómo se vive en ese lugar, cómo nos respetamos, cooperamos, ayudamos, etc.
- Hacer asambleas familiares muy cuidadas en donde se escuchan todos en un ambiente muy agradable.
- Reconocer cada logro o gesto que haga, sin alabar. Mencionando lo que hace de forma concreta, no de forma subjetiva.
Límites en los niños de preescolar
Para establecer los límites en los niños pequeños de preescolar, antes de los 4 años, es importante tener en cuenta su desarrollo neuronal. No tienen herramientas de autorregulación emocional y conductual cuando algo desean con intensidad. Se les hace tremendamente difícil controlar sus impulsos y reaccionan más que responden a la mayoría de las situaciones. Es por ello que necesitan la ayuda del adulto que hará de mediador de este freno inhibitorio que no está desarrollado.
La importancia de poner limites en los niños de preescolar, antes de los 4 años:
- El adulto es el que establece los límites.
- Actúa en la mayoría de veces desde la información preventiva. Es decir, no esperar a que haga algo que no te gusta para no tener que recurrir al sermón, ni al control ni en las prohibiciones.
- Pocos límites en los hijos, pero los que sí, que sean realmente necesarios.
- Mostrar las opciones que puede hacer una misma situación sin rebasar el límite.
- Indicar lo que sí pueden hacer.
- Mencionar una o muy pocas acciones para facilitar la comprensión.
- Evitar en la medida de lo posible, la palabra NO. En vez de “No quitamos juguetes”, mejor decimos: “Pedimos los juguetes”.
- Invertir tiempo en este proceso de aprendizaje de aprendizaje de límites.
- Acompañar la emoción que exprese al no poder hacer aquello que le gustaría, validando, escuchando y sosteniendo toda expresión emocional manteniendo el límite.
- Ser un adulto referente que refleja las conductas y modelo coherente a lo que se le está pidiendo.
- Estar muy atento el adulto de cómo se encuentra en cada momento para no reaccionar. Tomarse su tiempo para bajar emociones intensas y seguir actuando de mediador.
Te puedo ayudar a establecer límites a tus hijos
Desde Kaizen Familia te acompaño en el proceso de la educación de tus hijos. Si lo que deseas es:
- Conocer cómo y qué necesita tu hijo o hija para ser limitado.
- Entender qué es lo que te quiere decir con su comportamiento de desobediencia, o de enfrentamiento.
- Saber si tu grado de firmeza y amor están en equilibrio para favorecer la relación y valía de la persona.
- Si quieres conocer más maneras para encontrar la cooperación,
- Cómo desarrollar la responsabilidad con autonomía.
- Aprenderás la importancia de los límites en los niños y de cómo establecerlos.
Puedes buscar a profesionales que estén acorde a tus valores y principios para seguir mejorando cada día y tener la serenidad de que le ofreces lo mejor que tienes a tu hijo o hija. En Kaizen Familia te puedo acompañar en este proceso de poner límites.
Siempre se puede mejorar, y la infancia es un momento idóneo para establecer la base de su persona para el futuro.
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