Hoy quiero hablarte sobre un tema que seguro será de gran ayuda para ti: la escucha empática. ¿Sabías que para entender realmente a tus hijos no basta solo con escuchar sus palabras, sino que es esencial comprender sus necesidades y sentimientos?
También encontrarás la diferencia de la escucha activa, que es su gran amiga.
Te invito a seguir leyendo y explorando a cómo lograrlo.
¿Qué es la escucha empática?
Se trata de comprender a tus hijos desde un lugar de total comprensión, más allá de sus palabras o comportamientos. No es justificar cada uno de sus actos, sino entender qué necesitan y cómo se sienten realmente.
Recuerda el sabio refrán: “Quiéreme más cuando menos me lo merezca, que es cuando más lo necesito”. Aquí radica el corazón de la escucha empática.
¿Qué diferencia hay con la escucha activa?
Esta escucha empática está estrechamente relacionada con la escucha activa. Prácticamente se usan a la vez, aunque puedes escuchar empática y no hacerla activa.
Eso sí, para hacer una escucha activa, SIEMPRE necesitarás poner en práctica la escucha empática.
Sin escucha empática, no puedes hacer una escucha activa.
La escucha activa, se refiere a la práctica de escuchar atentamente a una persona mientras habla, y luego reflejar lo que la persona ha dicho para asegurar que se haya entendido correctamente.
A menudo, esto involucra hacer preguntas para clarificar y verificar el entendimiento. Al mismo tiempo, le muestras y demuestras a la persona que habla, que estás por y para ella escuchando lo que dice. Vamos que tu hijo o tu hija es cuando realmente se puede sentir escuchado y por lo tanto, comprendido.
Ingredientes para una escucha empática
Para facilitar este tipo de escucha empática, podemos utilizar una guía básica:
- Identificar el CUANDO – Describe la situación sin juzgar, manteniendo una visión neutral.
- Reconocer el SENTIMIENTO – Imagina cómo se puede estar sintiendo tu hijo.
- Comprender la NECESIDAD – Reflexiona sobre lo que necesita tu hijo en esa situación.
- Proponer una SOLUCIÓN – Sugiere una forma de satisfacer esa necesidad.
- Confirmar con un ¿ES ESTO? – Pregunta para confirmar si has entendido correctamente.
Límites desde la empatía
Es frecuente oír que “los niños necesitan límites”. Pero, ¿cómo establecer límites respetando sus necesidades y las tuyas?
La clave está en crear límites que consideren ambos lados, por medio del diálogo y la comprensión mutua. ¡No es una lucha de poder, es una colaboración!
Autoestima: Descubriendo los Diamantes
Cada niño es un diamante en bruto con un valor incalculable. Para que puedan sentirse valiosos, es necesario que sus necesidades estén cubiertas y se sientan vistos y comprendidos.
Tu misión
Como madre y padre tienes una bonita misión. Eres su guía en su camino para ayudarle a tu hijo e hija a descubrir su valía, que va más allá de sus comportamientos o logros. ¡Es hora de descubrir los diamantes que llevan dentro!
¿Podrías escribir 3 cualidades que ves en tu hijo? ¡Te invito a hacerlo ahora! Es un paso pequeño pero significativo hacia la construcción de su autoestima. A veces se nos va la mirada hacia lo que les falta y nos olvidamos a mirar lo que ya tienen.
En conclusión
Escuchar empáticamente a tus hijos es abrir una puerta a una relación más rica y profunda, donde se sientan seguros, comprendidos y, sobre todo, amados.
¿Listo para ponerlo en práctica?
Gracias por acompañarme en este viaje. Recuerda, cada paso que das es un paso hacia una familia más unida desde el bienestar individual y grupal.
Desde Kaizen Familia, te acompaño.
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